La Cazadora

Artivismo

Brujería y Kaos contra el pink washing

La artista Ayelén Beker fue protagonista en la inauguración de Baño de Rosas, una exposición interdisciplinaria de la productora cultural quir Casa Kaos que fue parte de la Quincena del Arte y el Festival El Cruce. La instalación aún puede visitarse en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC)


Fotos: Guillermo Turín Bootello

Su cuerpo desnudo ingresa. El espacio está iluminado apenas por unas velas encendidas alrededor de una tina antigua cargada con agua y pétalos. Primero un pie, después el otro, se sumerge, se empapa y uno a uno apaga los fuegos. El espacio es íntimo, el público la rodea y atraviesa una torva de estímulos sonoros y visuales. De la calma a la tempestad y de nuevo a la calma en apenas unos minutos. La artista Ayelén Beker fue protagonista en la inauguración de Baño de Rosas, una exposición interdisciplinaria de Casa Kaos que fue parte de la Quincena del Arte de Rosario compuesta por tres obras en simultáneo: realización audiovisual, videomontaje y una instalación con intervención performática.

Baño de Rosas es una ficcionalización de nuestras realidades como familia quir, como corporalidades disidentes, como artivistas”, dijo a La Cazadora Malena Masuelli, miembro de Casa Kaos. “En la obra hay constantemente un paralelismo en el discernir qué es ternura y qué es fascismo. El baño de rosas hace referencia al pink washing (que se traduce como “baño rosado”) y es cuando las empresas se apropian de nuestras banderas políticas, de nuestras prácticas y de nuestras experiencias con fines comerciales o de propaganda, algo que nos suele ocurrir en nuestras vivencias como grupalidad disidente”.

Baño de Rosas –ganadora de Emergentes 2022– se inauguró en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) el 19 de octubre pasado, en el marco de la Quincena del Arte de Rosario y el Festival el Cruce. La obra –coproducida con Cobai- es un híbrido entre varios elementos de la cultura ballroom, la moda, la performance y la instalación. “Nuestra presencia en la Quincena del Arte y en una institución como el CEC sirve para tensionar también desde la propia contradicción”, analizó Masuelli.

Casa Kaos es un proyecto cultural quir creado en 2020, en pleno estallido de la pandemia. Su primera forma fue la de un espacio cultural independiente ubicado en el microcentro de Rosario. Su apertura surgió ante la necesidad de un espacio seguro para el encuentro, a través del arte y la cultura, de identidades disidentes y personas del colectivo LGBTIQ+, poniendo énfasis en les travesti-trans-no binaries. Así llegó a ser el primer espacio cultural quir de la ciudad. Como tal, no escapó al destino que Rosario suele tenerles reservado a los proyectos culturales, y debió cerrar sus puertas para comenzar a funcionar en forma itinerante y asumiendo la forma de una productora cultural quir.

“A la vez el baño de rosas tiene otro tinte muy diferente. Es algo muy íntimo de nuestra vivencia en Casa Kaos”, remarcó Masuelli. La artista trava Ayelén Beker –que hace unos años se instaló en la escena musical de Rosario y ya pisa fuerte a nivel nacional– es la “madre” de Casa Kaos. La cultura quir vinculada al ballroom habla de estas neofamilias disidentes, unidas por lazos afectivo frente a la violencia que el mundo ejerce sobre cada une de sus integrantes. Lxs gestorxs culturales Yoe Sarasketa y Malena Masuelli y les artistxs Gala Parisi, Nicolás Serafin, Amaru De Luca y Lucia Pozzi, sus hijxs.

“Aye es nuestra madre y, algo que quizá no mucha gente sabe, es bruja. Y uno de nuestros rituales es realizar baños de rosas, un baño simbólico con una mezcla de champagne, perfume, canela, miel y pétalos. Se relaciona con la visibilidad de las identidades disidentes en los cuerpos desnudos, con la belleza, con una dosis de ternura entre tantos fascismos”, contó Malena. Eso es lo que simboliza la escena que puso verse en la inauguración de la muestra, con Ayelén sumergida entre pétalos, con una luz tenue y música acorde.

Pero de repente el clima cambia y se suceden imágenes sobre las tres paredes del cubículo que rodea el ritual del baño. La producción musical es de corte experimental y genera climas sonoros que acompañan a las producciones audiovisuales. De la dulzura a lo turbulento en unos minutos, y el camino inverso. Baño de Rosas genera distintas capas de sentido que desembocan en otras aguas simbólicas, las del parque Independencia, junto al Rosedal.

“Estamos muy felices de la repercusión y de cómo resultó todo, porque fue una gran apuesta, bastante ambiciosa en cuanto a la producción y la dimensión del evento”, dijeron desde Casa Kaos. La instalación podrá visitarse en el CEC hasta mediados de noviembre.

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