Edición Impresa

Brasil

Wikileaks reveló que Temer era “informante” de EE.UU.

Les comentaba la situación política a funcionarios de la embajada. En 2006 lo hizo dos veces, según documentos.


El nuevo presidente interino de Brasil, Michel Temer, se reunió al menos dos veces en 2006 con funcionarios de la embajada de Washington en Brasilia para comentar la situación política y las posibles alianzas electorales, reveló ayer el portal Wikileaks, que identificó a Temer –en su cuenta de Twitter– como un “informante de inteligencia” de Estados Unidos.

Temer, entonces diputado y presidente de la fuerza de centro derecha Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), consideraba que la elección de Luiz Inácio Lula da Silva había creado una “enorme esperanza” en la población, pero a la vez pensaba que su desempeño en la presidencia había sido decepcionante, por lo que evaluaba la posibilidad de que su organización política lanzase un candidato propio.

También contemplaba hacer una alianza electoral con el PT, en caso de que una candidatura propia no fuese viable, según indicó un cable de la agencia francesa AFP.

Las declaraciones de Temer se encuentran recogidas en un cable confidencial pero no clasificado del departamento de Estado de Estados Unidos, fechado el 11 de enero de 2006.

Según el documento, Temer criticaba a Lula por su “visión estrecha” y el “acento excesivo que colocaba sobre los programas sociales que no promueven el crecimiento o el desarrollo económico”.

En su conversación, Temer afirma incluso que “algunos dirigentes del PT (Partido de los Trabajadores) han robado a las finanzas públicas, aunque no para su beneficio personal sino para ampliar el poder del partido”.

Otro cable diplomático publicado también por Wikileaks y fechado el 21 de junio de 2006, identifica al cónsul general como el interlocutor de Temer en estas reuniones.

El documento, firmado por (el entonces cónsul Christopher) McMullen contiene también duros comentarios del diplomático sobre el partido de Temer.

“El verdadero problema con el PMDB es que no tiene una ideología o una estructura política que le permita elaborar e implementar una agenda política nacional coherente”, escribe McMullen, al definir a ese partido como “una coalición de caciques regionales oportunistas”.

Temer, de 75 años y quien era vicepresidente de Dilma Rousseff, asumió el jueves pasado de manera interina la presidencia de Brasil, luego de que el Senado aprobara abrir un juicio político a la mandataria por presunto maquillaje de las cuentas públicas.

Brasil se encuentra sacudido por las revelaciones de una trama de corrupción descubierta hace dos años en la estatal Petrobras, que tiene en la mira a decenas de políticos del PT, del PMDB, del Partido Progresista y a poderosos empresarios.

Rousseff no es blanco de ninguna investigación o acusación por corrupción y sostiene que su apartamiento del poder constituye un “golpe”, además de que ha calificado a Temer de “traidor”.

La primera dama interina ya es tema de la prensa amarilla

Desde Brasil, las redacciones chismosas de todo el mundo comenzaron a tomar nota sobre un aspecto sentimental del destituyente vicepresidente Michel Temer, quien ocupa el lugar de la suspendida Dilma Rousseff. Se trata de su esposa, la ex modelo Marcela Tedeschi, 43 años menor que dirigente. Se casaron en 2003 cuando ella tenía 20 años y él 63. Un reportaje de la revista Veja la definía como “bella, recatada y del hogar”, lo que desató mordaces críticas. En tanto ayer, medios brasileños publicaron que al mismo tiempo que avanzaba el golpe parlamentario, un pirata informático de 31 años fue detenido en San Pablo, acusado de intervenir el celular de Marcela Temer e intentar extorsionarla. Había copiado la agenda y varios archivos, entre ellos tres fotos íntimas, según reportó Folha do Sao Paulo.

Comentarios