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Brasil entró en recesión técnica

La séptima economía mundial registró déficit en julio, por tercer mes seguido. El gigante sudamericano había ajustado cuentas pero la crisis mundial lo arrastró.


En consonancia con el resto del mundo, el sector público brasileño registró en julio un déficit fiscal primario de 4.715 millones de reales, el equivalente a unos 2.143,2 millones de dólares, y se constituyó en el peor resultado para este mes en los últimos 13 años, como informó ayer el Banco Central.

Julio fue el tercer mes consecutivo en que Brasil, la séptima economía mundial, registró un saldo negativo en sus cuentas públicas primarias, que miden la diferencia entre los ingresos y los gastos del gobierno central, de las administraciones regionales y de las empresas estatales sin tener en cuenta los recursos destinados al pago de intereses de deuda.

Fue también la primera vez que los gastos públicos brasileños superaron los ingresos en un mes de julio desde que el indicador comenzó a ser medido en 2002, según los datos divulgados por el organismo emisor.

En julio de 2013 Brasil había alcanzado un saldo positivo en sus cuentas públicas de 2.287 millones de reales, unos 1.039,5 millones de dólares, publicó EFE y señaló que igualmente el déficit superó al de junio de este año, cuando las cuentas públicas registraron un saldo negativo de 2.100 millones de reales, unos 954,5 millones de dólares.

Según el Banco Central, el resultado negativo en julio fue provocado principalmente por la caída de la recaudación de impuestos como consecuencia del estancamiento de la economía de Brasil y por las numerosas exenciones que el gobierno concedió para favorecer algunos sectores en crisis.

El gobierno informó ayer, de acuerdo con estos datos, que la economía brasileña entró técnicamente en recesión tras acumular entre abril y junio dos trimestres consecutivos de caída en la producción. El déficit público de los últimos tres meses redujo el superávit fiscal primario acumulado por Brasil en los siete primeros meses del año a 24.665 millones de reales (unos 11.211,4 millones de dólares), el peor saldo para el período en los últimos trece años.

Con esa misma tendencia, el ahorro de los siete primeros meses del año fue casi la mitad del registrado en el mismo período de 2013 (54.445 millones de reales o 24.747,7 millones de dólares).

El gobierno se impone metas anuales de superávit fiscal para demostrar su compromiso con la responsabilidad en las cuentas públicas y garantizar que cumplirá con el pago de su deuda y de los intereses generados por la misma, pero el resultado de los siete primeros meses pone en duda si alcanzará la meta que se impuso de terminar el año con un superávit primario de al menos 99.000 millones de reales, equivalentes al 1,9 por ciento del producto interior bruto (PIB).

La recesión no se debe al gasto público en particular, sino al marco recesivo mundial, cuyo coletazo está castigando al tercer mundo. La noticia puede ser aprovechada por los candidatos rivales a Dilma Rousseff en la campaña presidencial. En particular, Marina Silva flamante candidata del Partido Socialista Brasileño.

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