Para cada selección, el Mundial comienza mucho tiempo antes. Las 32 naciones clasificadas están jugando Brasil 2014 desde hace varios meses. No sólo con la preparación futbolística para llegar de la mejor manera posible a la cita ecuménica, sino también desde la logística. Casi tan importante como la planificación a desarrollar por cada técnico dentro del verde césped. Es que difícilmente no influya en el rendimiento de juego una mala diagramación previa.
Es por eso que los lugares de concentración son tan minuciosamente elegidos por cada Asociación una vez realizado el sorteo que determina el lugar de juego para cada participante. En este caso, Brasil 2014 aparece como un verdadero continente por las enormes distancias que existen entre la mayor parte de las ciudades.
Para tal fin, la Fifa junto al Comité de Organización Local confeccionó un catálogo con datos técnicos y detalles de 83 Centros de Entrenamiento de selecciones que fueron elevados a las Asociaciones participantes para su análisis particular dependiendo de cada necesidad. En esta ocasión, con relación a Sudáfrica 2010, fueron 16 opciones más las ofrecidas a los clasificados.
A partir de allí, las 32 selecciones comenzaron los estudios y optaron por su zona de aislamiento y concentración. En total, 24 equipos estarán ubicados en el sudeste de Brasil, cinco al noroeste y tres en el sur, precisó la Fifa en un comunicado oficial.
Las ciudades de Campinas, Itu, Río de Janeiro y Vitoria acogerán cada uno a dos países, mientras que el estado de San Pablo ha sido elegido como sede por la mayor parte de los participantes (15).
Argentina, en Belo Horizonte
Después de analizar un par de alternativas, Alejandro Sabella y su cuerpo técnico se definieron por “Cidade do Galo” (Ciudad del Gallo), el complejo de Atlético Mineiro de 100.320 metros cuadrados.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) firmó un convenio para instalarse desde 20 días antes del comienzo del torneo en el barrio Jardín de Gloria, de la localidad de Vespasiano, en Belo Horizonte.
La tranquilidad y privacidad del lugar es casi absoluta. Enclavado en un valle entre sierras con pocos lugares para la mirada externa, tiene 20 habitaciones cuádruples que se transformarán en suites dobles, más 12 dormitorios triples. Posee cuatro canchas de medidas oficiales, un medio campo para la práctica de tiros al arco y un sector para ejercicios en suelo arenoso. Tiene una sala de conferencias, salón de juegos, un restaurante, un auditorio, un comedor panorámico con terraza de madera, departamento de fisiología, consultorios médicos y odontológicos, gimnasio completo, piscina climatizada, pileta de hielo y lavandería.
Un verdadero lujo que recibió en 2010 el premio de la Universidad Federal de Viçosa, de Mina Gerais, como el mejor centro de entrenamientos de Brasil. Allí Argentina edificará sus sueños de campeón y comenzará a desandar su trayecto que lo tendrá siendo partícipe del grupo F jugando en Río de Janeiro, Belo Horizonte y Porto Alegre, recorriendo un total de 1.701 kilómetros.
“Elegimos por ser el mejor”
Alejandro Sabella estuvo en un par de oportunidades observando el predio “Cidade do Galo”, al que destacó por su comodidad para poder tener una buena preparación y aclimatación a la tierra verdeamarilla.
“Observamos habitaciones, restaurante y otras instalaciones para saber qué tipo de adaptaciones tendremos que hacer, pero serán mínimas. Siempre nos dijeron que este era uno de los mejores lugares y no dudamos”, comentó Pachorra. “Nuestra preocupación eran los traslados. Brasil es casi un continente, demasiado largo de norte a sur. Lo que significa que los viajes pueden ser muy cansadores, no sólo en términos de distancia, también por los cambios de temperatura. Que nos haya tocado el grupo F fue muy bueno porque Río y Porto Alegre son las ciudades más cercanas”, explicó el entrenador.
Cuarteles latinoamericanos
Las selecciones latinoamericanas tomaron sus decisiones y eligieron sus respectivos lugares de alojamiento para la Copa del Mundo respetando los criterios y recursos de sus respectivas asociaciones. Obviamente, Brasil como local tuvo desde el vamos muy claro dónde se alojará y lo hará en un verdadero centro de primer nivel mundial que hace unas semanas terminó de acondicionar para cuando los hombres de Luiz Felipe Scolari se concentren ya de cara al Mundial.
La Granja Comary será el hogar de la selección brasileña durante el evento. La CBF se adelantó para utilizar el alojamiento de Teresópolis, su preferencia desde el principio. Allí se realizaron diferentes obras de remodelación que incluyeron la creación de habitaciones individuales para los atletas, una nueva zona de juegos, un gimnasio, y más canchas. Brasil jugará en San Pablo, Fortaleza y Brasilia, recorriendo 4.845 kilómetros.
Uruguay, que integrará el grupo D y jugará en Fortaleza, San Pablo y Natal (recorrerá 4.692 kilómetros), tras analizar entre tres y cuatro sitios y ciudades diferentes, finalmente eligió un lugar en las afueras de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, llamado Sete Lagoas y allí, el JN Resort, que es un casco viejo de estancia restaurado y lejos del ruido situado a unos 80 kilómetros de la ciudad. El lugar tiene bungalows sobre un magnífico lago y tiene cerca al Estadio Municipal de Sete Lagoas llamado Arenas do Jacaré.
En tanto, la selección chilena, conducida por el casildense Jorge Sampaoli, se hospedará en el Complejo Toca da Raposa 2, perteneciente a Cruzeiro, en Belo Horizonte. El complejo deportivo cuenta con 86.000 metros cuadrados y tiene cuatro canchas, piscina techada, gimnasio, sauna, sala de juegos, cine y 17 departamentos, algo que resultó fundamental a la hora de la elección ya que la idea del entrenador es tener a sus jugadores concentrados en el mismo lugar de entrenamiento. Chile, que integra el grupo B, jugará en Cuiabá, Río de Janeiro y San Pablo, recorriendo 1.933 kilómetros.
La otra selección conducida por un argentino es Colombia. El equipo de José Perkerman se inclinó por el Centro de Formación de Atletas Presidente Laudo Natel por dos factores claves en la preparación de cualquier evento: tranquilidad y comodidad. El centro deportivo de Sao Paulo ofrece 220.000 metros cuadrados, un mini estadio con tribunas para 1.500 aficionados, 74 habitaciones para 148 personas, siete canchas complementarias con las medidas reglamentarias, zonas recreativas, clínica, sala de prensa y comedor para 120 usuarios. Los cafeteros integran el grupo C y jugarán en Belo Horizonte, Brasilia y Cuiabá, recorriendo 1.521 kilómetros.
Ecuador, que forma parte del grupo E y jugará en Brasilia, Curitiba y Río de Janeiro (2.102 kilómetros de recorrido), inicialmente había elegido Vitoria, en el estado de Espírito Santo, aunque se vio obligada a cambiar de planes y estableció su búnker en Viamao, ciudad perteneciente al estado de Río Grande do Sul, ubicado a unos 15 minutos de Porto Alegre.
Honduras, que integra el grupo E y jugará en Porto Alegre, Curitiba y Manaos, recorriendo 3.281 kilómetros, eligió a Porto Alegre como su cuartel. Luego de evaluar los centros de entrenamiento que había disponible en las sedes que les toca jugar, se inclinaron por su escenario de debut.
Por último, México (en el grupo A jugará en Natal, Fortaleza y Recife, con 1.065 kilómetros de recorrido) y Costa Rica (en la zona D actuará en Fortaleza, Recife y Belo Horizonte. recorriendo 2.261 kilómetros) compartirán el lugar en Vila Belmiro. El centro de entrenamiento del Santos, “Meninos da Vila”, cuenta con un hotel cinco estrellas dentro de sus instalaciones, un centro de rehabilitación, un gimnasio y tres canchas. El aeropuerto Santos Dumont es el más cercano, se encuentra a unos 75 kilómetros y está a una hora y quince minutos del lugar.
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