“La renuncia me dio alegría porque recuperamos un compañero”, dijo Recalde, en referencia al reemplazante, el matadero Luis Cigogna. “No juzgo a nadie, cada uno es responsable de sus actos. Si quiere volver a la intendencia, tiene derecho a hacerlo, pero después tendrá que rendir cuentas al pueblo que lo votó”, afirmó el abogado laboralista.
“Cuentan que había un perro sarnoso y el pueblo lo denostaba y lo que dijo Cristo fue ‘mire que dientes blancos’. Bueno, yo busco los dientes blancos, prefiero aplaudir antes que descalificar”, enfatizó el exasesor cegetista a Nacional Rock.
Por su parte, Bossio enmarcó a la salida de Insaurralde en otro caso de borocotización de la política. “Este tipo de cosas son bastante desconcertantes, no dan certeza, generan ambigüedades permanentes que en definitiva no le hace bien a la gente ni tampoco a la política”, afirmó el jefe del organismo previsional.
“Posiblemente estemos en presencia de un nuevo Borocotó de estos tiempos y esperamos que la sociedad advierta que cuando uno no es consistente en sus ideas y en su accionar evidentemente le esta dando la espalda al campo popular”, remarcó el funcionario en declaraciones formuladas a radio FM Milenium.
Bossio destacó que las acciones políticas están reñidas con la “especulación” debido a que conllevan “una desvinculación con la voluntad de los votantes y de quienes confían en los funcionarios” para llevar a cabo determinada tarea.
“La política cuando más alejada este de la especulación, mejor. Cuando la política se parece a las mesas de operaciones de dinero evidentemente se aleja de las necesidades de la gente y de muchos que confiaron en que se cumpla una tarea en el marco de un proyecto”, indicó.
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