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Bossio: “Está decidido, me retiro este semestre”

Por Pablo Soria.- El experimentado arquero sentó posición sobre el delicado caso de Ezequiel Ávila. “Ya no le tenemos la confianza que le teníamos antes”.


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Por experiencia y jerarquía, Carlos Bossio se transformó en la contratación más rutilante de Tiro Federal para la temporada del Argentino A. Y Chiquito, a pesar de que venía de un año sin atajar de manera oficial, respondió con creces. De hecho, se ha convertido en el refuerzo que más rindió dentro de un equipo irregular, que no pudo consumar el objetivo de clasificar al Reducido y que desde el domingo afrontará la Reválida. En vísperas de una nueva etapa en la campaña tirolense, el arquero de 39 años anunció que se retirará de la actividad profesional cuando finalice el actual campeonato. Asimismo analizó el presente del equipo, tomó posición sobre el controvertido caso del enganche Ezequiel Ávila y abordó la problemática de la violencia en el fútbol, que le tocó vivir en carne propia.

“Necesitábamos un triunfo por encima del funcionamiento. Era imperioso ganar más allá de jugar bien. Para volver a tener tranquilidad en los trabajos semanales y para mejorar en la confianza con la pelota. Ahora viene una fase en la que arrancamos de cero y con el objetivo de entrar entre los cuatro primeros”, señaló Bossio sobre lo que dejó el triunfo sobre Gimnasia y Tiro en el cierre de la fase inicial.

—En la primera etapa de la Reválida también hay que asegurar la permanencia.

—Sí, está el tema del descenso pero fue bueno haberle ganado a Gimnasia y Tiro porque le sacamos nueve puntos a Racing de Córdoba y siete a Alumni de Villa María. Es mucha diferencia sobre 18 puntos. Tendría que darse una catástrofe para acortar esa ventaja. Queremos apuntar arriba y clasificar entre los cuatro primeros para volver a aspirar objetivos importantes. Que era para lo que se había armado este grupo desde el inicio. Después la realidad nos pegó un cachetazo.

—¿Por qué la realidad les pegó un cachetazo?

—Hay varias cosas. Que se pueden contar abiertamente y otras que quedan en el grupo. No es una sola cuestión. No hemos hecho algunas cosas bien y se pagaron. También hemos pagado mucho la falta de gol. Nos cuesta horrores hacer goles. No podemos conseguir que nuestros delanteros adquieran una racha goleadora. El domingo convirtieron Seri, que es volante, y Lazo a través de un penal. En todo el semestre llevábamos un gol y de un defensor: aquel que le hizo Rezzónico a Guaraní. Es muy difícil pelear por objetivos importantes cuando no hacés goles. Encima defensivamente también habíamos perdido solidez. Se complicó todo, pero ahora tenemos la ilusión de arrancar de nuevo con esperanzas renovadas.

—La semana pasada se produjo un episodio que conmovió al equipo y a la prensa nacional: la información de que un jugador había ingresado al predio con fines delictivos. ¿Cómo lo asimilaron?

—Es un tema delicado. Se trata de un compañero que estuvo compartiendo vestuario y jugando con nosotros hasta la semana pasada. Es algo feo que haya sucedido. Desde nuestra posición tratamos de brindarle todo. Como compañeros y personas. Es complicado compartir cosas con una persona en la que no podés confiar. No sé cuál será la determinación de la dirigencia, pero veo muy difícil que pueda seguir. La confianza que antes le teníamos ya no se la tenemos. Es muy difícil compartir el vestuario con un chico así.

—¿Fuiste a la cancha de Newell’s para ver el partido frente a Belgrano?

—Sí, fui.

—¿Y qué reflexión te merece los hechos de violencia que se produjeron con agresión incluida a Gastón Turus, el capitán de Belgrano?

—Todo el mundo sabe que soy hincha de Belgrano. Y estuve en la tribuna popular. Los hinchas de Belgrano empezaron a tirar piedras y después se armó la batahola en la cancha. Pero no hay que puntualizar en un solo partido. Es muy preocupante el tema de la violencia en el fútbol argentino. O por el hecho de que un policía, que tiene que encargarse de poner orden, tenga semejante reacción contra un jugador. Hay que ponerse los pantalones largos y tomar determinaciones fuertes. La violencia forma parte de la gente. No es un problema del fútbol. Es un reflejo de la sociedad. En el fútbol se potencia porque es un lugar propicio para descargarse. Es un problema social y los políticos tendrán que tomar cartas en el asunto para imponer penas más duras. Por algo votamos para que nos representes y pagamos impuestos para que nos brinden seguridad. Sino vamos a terminar como en el lejano oeste: cada uno con su pistola para demostrar quién es más guapo. Así cada día estamos peor. Y se van a jugar cada vez más partidos a puertas cerradas porque no garantizan la seguridad.

—¿Vas a atajar un año más o ya evaluaste tu retiro?

—No, ya lo tengo decidido. Me retiro en este semestre. Jugaré hasta dónde lleguemos con Tiro Federal. Ojalá sean más de quince partidos que juguemos. Lo concreto es que decidí retirarme ¿Y después? Estoy haciendo la carrera de técnico y tampoco me disgustaría ser entrenador de arqueros. O trabajar en el fútbol infantil. Seguramente mi esposa me tendrá cuatro o cinco meses para viajar y disfrutar. Voy a dedicarme un tiempo a la pareja y luego sí me pondré a pensar en trabajar.

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