“Si se aplican esos fondos al transporte urbano de pasajeros se generarán condiciones que permitan no aumentar ni un centavo del boleto”, sostuvo el concejal Martín Rosúa. El edil radical del oficialismo se refirió así a la ley de Fondo de Obras Menores, que tiene media sanción en la Legislatura provincial, y a su impacto en el sistema de transporte de la ciudad. Y con ello, además, enfrió declaraciones de la propia secretaria de Hacienda, Verónica Irízar, quien en la víspera había salido a advertir que aun con la ley aprobada no se alcanzaría a equilibrar el déficit, que calculó en 8,7 millones de pesos mensuales, contra 16 millones de pesos por año que, según estimó, llegarían a través del nuevo fondo provincial para el transporte.
Rosúa recordó que un proyecto de su autoría, aprobado por unanimidad en el cuerpo legislativo, solicitó a los legisladores provinciales la “urgente” aprobación de la modificación a la norma para que la totalidad de los fondos que reciba Rosario se destinen al transporte.
“A diferencia del taxi, el colectivo no tiene servicio sustituto. Quien no pueda subirse por no poder afrontar su costo pierde la forma de ir a trabajar o a estudiar. Y el Estado, que somos todos, debe reparar en ese análisis”, advirtió Rosúa. En ese sentido, recordó que el Concejo aprobó un proyecto de su autoría para aumentar el Drei a las grandes empresas, lo que permitió mitigar la última suba del boleto.
El edil sostuvo que es “innegable” el contexto inflacionario que afecta al sistema, así como la dificultad que representa para el municipio el funcionamiento de las dos empresas públicas de transporte. Pero a la par advirtió que “existe una confusión en algunas declaraciones públicas en torno a los topes” del Fondo de Obras Menores. “No hay mínimo ni máximo y nuestros diputados han trabajado para que la totalidad del dinero que reciba Rosario se destine directamente al Fondo Compensador del Transporte Urbano”, marcó.
Así corrigió a la jefa de Hacienda, que estimó que la cuarta parte del Fondo de Obras Menores es la que podría destinarse al transporte.
Con todo, la última palabra la tendrá el Senado: la modificación a la ley –que equipara a Rosario y Santa Fe con todas las ciudades que reciben el fondo y pueden utilizarlo para gastos corrientes– resultó aprobada en la Cámara baja por unanimidad y ahora debe tratarla la Cámara alta.
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