Mañana se retomará oficialmente en el Concejo Municipal la discusión por el aumento del boleto del transporte urbano de pasajeros. Desde las 8, la comisión de Servicios Públicos se reunirá con la presencia de sus integrantes y de concejales de los distintos bloques para iniciar formalmente la conversación sobre la posible suba de la tarifa. En un sondeo realizado por este diario entre diferentes ediles, la conclusión fue unánime: todos auguran un escenario “complicado” para darle luz verde al pedido que envió la intendenta Mónica Fein el último viernes. Desde el oficialismo apuestan a una “alternativa” para allanar el camino: destinar parte del dinero que Rosario recibirá por el Fondo de Obras Menores para paliar el déficit y amortiguar el impacto en el bolsillo del pasajero.
Cabe aclarar que el gobierno provincial envió a la Legislatura un proyecto de ley que amplía los recursos de ese fondo para Rosario y Santa Fe y lo incluyó para tratamiento en el periodo de sesiones extraordinarias, que finaliza el 30 de abril. El texto autoriza expresamente a utilizar un porcentaje para sostener el transporte urbano de pasajeros.
“Es inviable”
El concejal del PRO, Roy López Molina, advirtió: “Tenemos una posición tomada en base al estudio de costos que llegó desde el Ejecutivo. Este aumento nos parece inviable por varios motivos: en diciembre nos opusimos a la suba señalando que no se habían mostrado caminos alternativos y reales, por lo cual en pocos meses estaríamos hablando de otro incremento, cosa que está pasando”. Y siguió: “En segundo lugar nos piden el aumento de un servicio que no es, precisamente, óptimo para el usuario. Existen falencias de todo tipo, desde la presencia de unidades, el ingreso a los barrios, la frecuencia, el estado de cada vehículo, por lo cual ahí tenemos un motivo más para negarnos a acompañar este aumento”.
En sintonía con la explicación que ya ensayaron desde otros bloques, López Molina pidió más tiempo a la espera de que los choferes de la UTA acuerden el incremento de sueldo en paritarias. “Es hasta irresponsable aumentar el boleto sin tener todavía los números finales de las paritarias porque eso podrá marcar un desfasaje aún mayor y, nuevamente, en dos o tres meses tendríamos que discutir otra suba”, advirtió.
A pesar del porcentaje calculado en el estudio oficial, Osvaldo Miatello, de Compromiso con Rosario, afirmó que “entre el valor que tenía el boleto en diciembre (previo al último aumento de 2013) y el que reclama hoy la intendenta, el incremento del pasaje es del 50 por ciento. No podemos apoyar esto”.
Una “alternativa”
Carlos Comi, aliado del oficialismo y presidente de la Comisión de Servicios Públicos que carga sobre sus espaldas buena parte del peso de las negociaciones, habló de “alternativas para mitigar el aumento a los usuarios”.
“En la reunión del miércoles (mañana) estudiaremos algunas alternativas para poder mitigar el aumento a los usuarios”, anticipó Comi, para quien una “alternativa” es destinar alrededor del 30 por ciento de lo que Rosario reciba por el Fondo de Obras Menores para absorber parte del costo del transporte.
Hace unas semanas, el Ejecutivo provincial envió a la Legislatura un proyecto para que Rosario y Santa Fe sean incluidas en el reparto del Fondo de Obras Menores, algo que hasta ahora no sucede porque ambas ciudades reciben aportes del denominado Fondo del Conurbano.
“Con el aumento de diciembre quedó desactualizado el valor del boleto, porque no sólo tuvimos el golpe inflacionario de enero, sino también hoy tenemos un nuevo aumento del combustible. Es más, el aumento de diciembre ya se sabía que iba a ser muy frágil”, recordó Comi.
Que ponga la provincia
Roberto Sukerman, del Frente para la Victoria, no anduvo con vueltas y pidió que la Casa Gris destine fondos para paliar el déficit y no trasladar el costo al boleto. “No hay opciones. Es hora de que el gobierno provincial ponga dinero en el transporte de Rosario, porque así como la salud de Rosario no atiende sólo a rosarinos, el transporte no sólo traslada a pasajeros de la ciudad. Es más, entre las líneas interurbanas y las urbanas que cada vez extienden más su recorrido, es imposible dejar a la provincia afuera a la hora de señalar responsables”, enfatizó.
Sukerman insistió con que “la provincia debe comenzar a poner dinero en el sistema” porque “la mitad del costo del boleto lo absorbe la Nación al pagarles el sueldo a los choferes, y en caso de paritarias, el boleto no debe sufrir cambios”. Por eso, el edil subrayó: “La Municipalidad invierte más de 100 millones de pesos en el sistema, y el usuario paga su tarifa en cada viaje. Por lo cual, vemos que el único actor que no participa y debe hacerlo es la provincia”.
A López Molina también le cierra la idea de que la Casa Gris financie parte del sistema. “De ser así, estaremos dispuestos a escuchar. Pero de no haber medios alternativos, no vamos a votar el aumento. No vamos a golpear el bolsillo de los usuarios”, aclaró. Y continuó: “Este es el año en el que debemos luchar con todo para que este sistema cambie, mejore de una vez por todas. Porque el año que viene se renovarán las licencias y qué mejor momento para pensar un sistema de transporte mucho más adecuado a la nueva ciudad de Rosario, con un transporte multicéntrico y multimodal. De no lograrlo, seguiremos tapando una enfermedad crónica con aspirinas”.
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