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Binner, la biografía autorizada

Por: David Narciso. Daniel Attala es autor del libro que recoge la vida del mandatario desde su niñez hasta la llegada a la Casa Gris. A través de diálogos, exhibe la perspectiva histórica y política del país de los últimos 50 años.

Daniel Attala es escritor y profesor titular en la Universidad de Bretaña Sur, en Francia, a donde llegó previo doctorado en filosofía en Barcelona. A pesar que hace 15 años que está radicado en el Viejo Continente, dice que le “es muy difícil” engancharse con la realidad política europea y que sigue “atrapado por lo que pasa acá”. Ese contacto le facilitó la realización del libro Hermes Binner. Primer gobernador socialista de la Argentina, editado por la editorial Losada, presentado la semana pasada en la Feria del Libro de Buenos Aires. En tanto, el libro se presentará hoy en Santa Fe, mañana en Rosario y el viernes en Rafaela.

Attala, hermano del secretario de prensa del gobernador, se propuso que el libro reúna conversaciones con el mandatario provincial y “un grupo de gente”, entre los que cuentan varios de los ministros del gobierno santafesino, su hermano Dante y uno de sus hijos, así como el italiano Francisco Tonucci o el argentino Bernardo Klisberg.

Tras compartir charlas, viajes y actividades oficiales con el gobernador, Attala resolvió que los diálogos no alcanzaban: “Hay toda una dimensión del gesto cotidiano que es una pena que el lector se lo pierda. El abrazo con una enfermera en un hospital, del beso a un nene, lo poco que come al mediodía, el hecho de que te ceba mate como si estuviéramos en casa en chancletas…, me parecía una pena que se perdiera”. El resultante es un libro que mixtura crónica en primera persona (el periodista va contando lo que observa y sus sensaciones) con diálogos.

“Quedó un libro complejo, pero si uno lo lee de principio a fin se va viendo un hilo conductor de la perspectiva que tiene Hermes Binner de la política argentina del último medio siglo. Se tratan todos los temas, algunos con más detenimiento que otros, pero habló de los sindicatos, de las historias del peronismo y el socialismo, la dictadura, la democracia desde el 83, la estructura económica y política del país, reforma de la Constitución, clases sociales, inmigración, villas miserias; en fin, muchísimos temas”, señaló Attala.

—Hay un capítulo en el que el diálogo deriva hacia el drama de la pobreza.

—Ese es uno de los temas que más me impactó y me permitió poder entender su perspectiva sobre la pobreza, curiosamente citando como fuente de autoridad a la Iglesia católica. Él mismo lo dice: “La Iglesia católica entendió muy bien el tema de la pobreza en tal encíclica”. Es decir, la pobreza como pobreza cultural. Porque uno a veces tiene una noción muy economicista de las cosas… Y creo que él lo tiene muy claro: la pobreza no es no tener qué comer, es otra cosa. Claro que el que no tiene qué comer es pobre. Pero en peores condiciones está quien vive en la indigencia cultural, que no sabe lo que es una mesa, una silla, una sábana.

Sobre esta cuestión Attala cuenta una anécdota: “Un día en su casa, hablando de por qué este libro, le dije que me parecía importante que el ciudadano común conozca que el gobernador no vive en una mansión. Y él me dice: «Pero cómo, si yo vivo en una mansión». Me di cuenta que yo estaba hablando desde el punto de vista de clase media, para quien lo normal es tener esa casa, que no tiene ningún lujo. Pero desde el punto de vista del tipo que vive en una villa esa casa es una mansión. Ahí yo vi hasta qué punto él está despierto a ese tipo de cosas. Me respondió como quien está pensando en la realidad desde el punto de vista de la persona que vive en una casa con piso de tierra”.

—Es lo que uno espera de un gobernante.

—Puede ser, pero es muy raro. El grueso de los políticos, si uno le hace esa pregunta, lo tomaría como un halago a su ego.

El libro tiene un objetivo llano y transparente. Opina Attala: “Creo que es importante que haya un tipo de trabajo periodístico para acercar los políticos a la gente. En una sociedad en la que la democracia está tan mediatizada, donde todo pasa por el filtro de los medios y hay poco contacto directo, ¿qué dicen los políticos? Todos dicen lo mismo. ¿Y cómo hace el ciudadano común para diferenciarlos? Yo quisiera ver cómo vive Macri, muéstrenme la casa, su baño, qué come.

—Pero vos elegiste mostrar a Binner.

—Sí, hay una simpatía. Lo digo desde un principio. Lo cual no me impide señalar cada tanto en el libro ciertas inquietudes.

—¿Por ejemplo?

—A ver… A mí me llama mucho la atención el avance desmesurado de la soja. No es un tema que aparece mucho en el discurso del gobernador. Una sola vez en el tiempo que compartí con él lo escuché hacer mención a la destrucción de la naturaleza. Creo que tiene una preocupación por el tema, pero no es algo que esté en un primer plano de su discurso.

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