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Bernardi: “Es lamentable lo que vivimos”

Tras un atentado contra un negocio familiar, el capitán insinuó que podría retirarse antes: “Es una posibilidad que manejo”. Ghirardi: “Apuntar a Brest es facilista y demagogo”

Lucas Bernardi la está pasando mal en serio. El volante leproso no sólo recibe severas críticas del pueblo leproso, sino que esta vez la cuestión traspasó los límites. Es que ayer a la madrugada hubo un atentado a un negocio familiar, que obligó a Bernardi a radicar una denuncia policial. Pero la mayor consecuencia podría ser el alejamiento del volante de Newell’s. Es que el capitán rojinegro admitió estar cansado y advirtió que la situación “se está yendo de las manos”.

“Tiraron una bomba y piedras en el negocio de mi papá. Y dejaron una notita, muy simpática por cierto. Así está el fútbol de la ciudad. No me hago la víctima, pero es lamentable lo que nos toca vivir. No tiene absolutamente nada que ver con el fútbol”, dijo Bernardi ayer en Bella Vista.

—¿Sentís que se pasó un límite?

—Esto se está yendo de las manos, se va para cualquier lado. Y no sabés qué hacer, si contarlo, si hacer la denuncia, porque no sabés dónde te estás metiendo. Si el que fue considera que me tengo que ir de la institución, que me lo diga y listo, me voy.

—¿Qué decía la nota?

—No vale la pena decirlo. Igual, no me queda otra que asociarlo a este momento. Es la locura que se genera. Ahora veremos qué sucede y, sobre todo, cómo reacciono ante esta situación que día a día empeora. Y esto no ayuda. Es raro, no esperaba una cosa como esta. Es algo para desestabilizarme y la verdad que lo logran.

—Como capitán del equipo, ¿estás intentando llamar a la cordura?

—Hay que tratar de ser un poco más coherentes, más calmos. Me tocó a mí, lo vivo y lo único que trato es que sea anecdótico. Porque si no, directamente no tendría que venir más. Pero no lo siento así porque siempre estoy, no me escondí nunca y menos ahora. Hay muchas cosas que se dijeron de mí que no tengo que contarle a nadie. Soy un futbolista que volvió al club del cual es hincha y nada más. Que me insulten dentro del campo del juego es aceptable. Después que te difamen o ensucien, no tiene nada que ver. Me cansé de esto. Ustedes (por los periodistas) saben más que yo lo que quiero decir. No me importa nada porque estoy tranquilo, porque no tengo el culo sucio como muchos en la ciudad. Voy al frente hasta el final, no me importa quién esté adelante. Es lo que pienso, es lo que siento en este momento, es lo que hablo con mi familia. Tengo que hacer un análisis muy fino de lo que se está viviendo para ver cómo sigo con todo esto.

—¿No hay que descartar entonces que finalices el contrato antes de tiempo?

—Hay que ver todo lo que pasa de acá a diciembre. El análisis debe ser general, pero es una posibilidad por el hecho de tener familia y que ellos vienen a la cancha. Hay que analizar y pensar. No voy a terminar el fútbol en diciembre, voy a seguir jugando. Pero veré un montón de cosas y tendré en cuenta lo que pasó, lo que pasa y lo que podría llegar a pasar.

—¿Estás muy expuesto por ser un referente?

—Todos estamos en la misma. Quizás me caen un poco más por el lugar que ocupo, por muchas cosas que han pasado en el club, porque soy hincha, porque volví y por decisiones que he tomado. Pero eso no tiene nada que ver con lo otro. Estar expuesto no implica impunidad.

 —Se ha tomado una costumbre insultar al plantel y a los directivos cuando el equipo no consigue un buen resultado. En ese clima parece difícil encontrar la salida.

 —Creo que hay un montón de cosas que juegan para que pase esto. Muchísimas cosas que se hablan en la semana, que hay un cierto miedo por lo que ha pasado con otros equipos que descendieron. No estoy diciendo que no nos pueda pasar, falta para eso, pero siento que predisponen a la gente. Hay un montón de cosas que se van sumando y, obviamente, que si no aparecen los resultados es imposible de sostener. Yo no me escondo de los insultos ni de nada. Cada uno tiene su libertad y se puede expresar como lo crea conveniente. Hace tres años en los cuales la gente se puede expresar libremente.

 —¿El año político influye?

 —Quizás no tendría que tocar estos temas por el simple hecho de ser futbolistas, pero la verdad me importa un carajo. Lo hablo porque tengo ganas, porque soy socio y futbolista del club. No me importa nada. No le echo la culpa a nadie del momento futbolístico. Asumo lo que tengo que asumir, pongo la cara y me hago responsable. Esto me puede jugar en contra de un montón de cosas y asumo un riesgo que no sé si me corresponde, pero la verdad que tampoco me importa demasiado. No le robé nada a nadie y pongo la cara cuando hay que ponerla. Y este es uno de esos momentos. Hay que ir de frente, no sé si gustará o no.

—¿Hay gente que fogonea desde atrás?

—A mí me gustaría que todos seamos sinceros, pero no todos podemos serlo por un montón de cuestiones. Se ve, se nota y se escucha. Hay un entorno que no me gusta. Todos soñábamos con un Newell’s democrático, hoy lo tenemos, pero no con un montón de cosas que me tocaron vivir en este año. Un montón de cosas que han ido pasando y que me hacen darme cuenta de que esto no es lo que quería como club de puertas abiertas. Hay lugar para opinar libremente, pero tiene que haber un cierto respeto, una lógica. En las buenas estamos todos y es mucho más fácil, pero en las malas tendríamos que ser muchos más.

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