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Berlusconi intercedió para sacar a una “velina” de la cárcel

Luego de filtrarse por la prensa, el primer ministro reconoce que ayudó a una menor marroquí, aunque niega el tráfico de influencias. La oposición pide su dimisión inmediata por “presionar a la policía”.

Ella es una marroquí, menor, de 17 años y de profesión, bailarina de discoteca y otras actividades difusas que le merecen el sobrenombre artístico de Ruby Robacorazones y fue encarcelada por robar 3.000 euros en una casa donde pasó una noche.

Éste comprende el enésimo escándalo en Italia, y fue develado por la prensa y Berlusconi lo confirmó el pasado fin de semana. Envió a alguien, Nicole Minetti –cuyo nombre aparece en una investigación policial sobre prostitución-, “para ayudar a una persona, que así podía no ser entregada a un centro de menores o a la cárcel”, dijo. Ruby le confeso una vida “trágica” y por eso le tendió la mano, “como a todos” los que llegan al primer ministro y él tiene “la posibilidad” de ayudarlos, dijo. Aunque puntualizó: “He ayudado, pero hay ayudas y ayudas”, afirmó para negar que sea un caso de tráfico de influencias.

La prensa italiana apunta a que en una de las llamadas a la policía, Berlusconi dijo que Ruby era la sobrina de Hosni Mubarak, el presidente egipcio. No parece el caso que sean de la familia.

Berlusconi  justificó las continuas fiestas que son vinculadas a sus mansiones y que cuentan con la presencia de estas jóvenes, que en Italia califican como velinas. “Amo la vida y amo las mujeres. Tengo una vida terrible, con esfuerzos inhumanos, trabajo como nadie”, dijo. “Si de vez en cuando necesito una velada de distensión como terapia mental, para limpiar el cerebro de preocupaciones, no hay nadie que pueda cambiar, a mi edad, mi estilo de vida, del que estoy absolutamente orgulloso”, se justificó.

Pero tanto la oposición como círculos políticos próximos a Berlusconi no lo ven tan normal. La oposición italiana ya ha exigido su dimisión por “ejercer presiones indebidas a la Policía de Milán”, informó la cadena pública RAI.

Pier Luigi Bersani, secretario general del Partido Democrático, en declaraciones recogidas por el diario Il Corriere della Sera manifestó enfáticamente “Italia tiene problemas que deben afrontarse en un clima de seriedad y de empeño. Se ha acabado el tiempo. Hace falta que se inicie una nueva fase”.

Pero no sólo a la izquierda de Berlusconi están hartos de su actitud. Su fiel aliado Umberto Bossi, líder de la Liga Norte, también ha criticado este escándalo, señalando que “el Gobierno no puede telefonear a la Policía”. Bossi pronostica el riesgo de un Gobierno solamente “técnico”, que no pueda sostenerse por la falta de apoyos.

Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de los diputados de Italia, se siente poco cómodo con este asunto. Consideró que es “embarazoso” para su país el escándalo en el que se ha visto envuelto Berlusconi. “Me entristece mucho. Es un caso que está dando la vuelta al mundo y que pone a Italia en una situación embarazosa”, dijo Fini, antiguo aliado de Berlusconi en el Gobierno y ahora enemigo de facto de Il Cavaliere. “Estaba en Alemania y pueden imaginarse los comentarios”, añadió Fini.

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