El domingo a las 10 un joven de 22 años entró al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez luego de haber recibido un tiro en la panza. Según fuentes policiales, la agresión ocurrió en las inmediaciones de Virasoro y Alsina, barrio Bella Vista, esquina en que la Secretaría de Control y Convivencia clausuró un after ilegal, previa intervención de Gendarmería. Los pormenores del ataque no están del todo claros: la víctima, que fue encontrada por la fuerza federal en la calle, no aportó datos de los tiradores, que al parecer le dispararon sin mediar palabra cuando salían del boliche improvisado y huyeron en moto.
Voceros del caso indicaron que a Matías P., de 22 años, lo encontraron gendarmes en Virasoro y Alsina, en las inmediaciones de un after emplazado en un galpón que luego fue clausurado por la Municipalidad. El joven estaba herido en la calle, y al lugar llegó una ambulancia del Sies que lo trasladó al Heca. Los médicos le diagnosticaron una herida de arma de fuego en la panza, y según averiguó este diario se encontraba estable y fuera de peligro.
Fue a raíz de denuncias de vecinos de Bella Vista que Control y Convivencia puso foco en esa esquina, donde hasta el domingo a la madrugada funcionó un after ilegal en un galpón con un portón gris. “No tenía nombre ni fachada, ni mucho menos habilitación”, confió un vocero de la repartición municipal. “Entendimos –amplió esta fuente– que el lugar podría llegar a tener una complicación más severa y se convocó a Gendarmería, que durante un patrullaje halló al joven baleado”. La escueta información policial expresa que el herido, de 22 años, dijo que pasaron dos motocicletas cuyos ocupantes le dispararon. “Se dio aviso a fiscal en turno Guillermo Apanowicz de un herido en vía pública. Se tomaron testimonios que no son concluyentes: hay versiones de dos hombres no identificados en motocicleta que pasan y disparan”, dijeron fuentes judiciales caso. La Policía halló una vaina calibre 40. Como medidas para esclarecer el hecho se solicitó el relevamiento de cámaras y la toma de testimonios.
“Con la intervención de Gendarmería, se pudo hacer un ingreso en la propiedad para proceder a la clausura”, dijeron desde Control y Convivencia. Del lugar se remitieron 11 motos y 4 autos al corralón. En diálogo con la prensa, vecinos indicaron que el antro estaba en actividad desde hace dos meses y era un lugar concurrido, que atraía motos y autos en cantidad.
Comentarios