El titular del gremio gastronómico y de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, manifestó hoy su voluntad de reunificar el “movimiento obrero” bajo el liderazgo de Hugo Moyano, luego del duro discurso del camionero contra el Gobierno en el estadio de Huracán.
“Después de escucharlo a Moyano, yo ya tengo secretario general. Mi secretario general en la CGT es Hugo Moyano”, afirmó el dirigente duhaldista, quien se encuentra distanciado del líder camionero desde hace varios años.
En declaraciones radiales, el gastronómico aseguró que escuchó “bastantes párrafos” del mensaje de Moyano en el acto por el Día del Camionero y sostuvo que comparte “en un cien por ciento” los “grandes lineamientos”.
“Ha descripto tal cual es las necesidades del movimiento obrero: los jubilados, las obras sociales y el tema puntual que tiene que ver con el ingreso de los trabajadores, llámese mínimo no imponible, el porcentaje de las ganancias, o las paritarias libres”, ponderó Barrionuevo, que además dijo que Moyano sufrió “presiones” del Gobierno para que “le bajara el tono a estas reivindicaciones”.
El líder gastronómico creó en julio de 2008 la CGT Azul y Blanca, luego de intentar competir contra Moyano en la elección del secretario general de la CGT y denunciar que sus apoderados no habían podido colocar ningún miembro en la Comisión de Poderes ni en la Junta Electoral.
Fueron 54 gremios los que lo apoyaron, entre los que se incluyeron plásticos, estaciones de servicio, seguridad, vidrio, petroleros privados, químicos y papel.
Pero a partir del distanciamiento de Moyano y el Gobierno de Cristina Kirchner, Barrionuevo se mostró dispuesto a resolver diferencias y volver a unir fuerzas.
El gastronómico indicó que la ruptura entre la CGT y la presidenta Cristina Fernández se produjo a partir del fallecimiento de Néstor Kirchner, porque “Moyano nunca tuvo que ver nada con ella”.
“La relación era con Néstor. Ella se ha desentendido de los compromisos que tenía Néstor”, dijo. “Creo que nadie me creía a mí cuando decía y criticaba lo que piensa Cristina de los trabajadores, de los gobernadores e intendentes justicialistas. Ella se ponía el gorro de camionero, pero para nada era el pensamiento ni el sentir de ella. Cristina nunca compartió nada del sindicalismo, atacó a (Saúl) Ubaldini y a (José Ignacio) Rucci, en sus discursos en el Senado”, agregó.
Barrionuevo afirmó, además, que Cristina “no ha entendido absolutamente nada de lo que es conducir un país” porque “cree que con el 54 por ciento puede tomar determinaciones como la intervención de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA)”, que conduce Ricardo Cirielli.
El titular de la CGT disidente enumeró como antecedentes para el clima de ruptura las acusaciones por la mafia de los medicamentos, el exhorto de Suiza, “el destrato cuando Cristina inventó un Hugo para ningunearlo, la persecución a Gerónimo Momo Venegas, y el intento de intervenir el sindicato de técnicos aeronáuticos de Cirielli”.
“Son cosas de chica caprichosa o de petrolera rica”, resumió Barrionuevo, quien también cargó duramente contra la agrupación kirchnerista La Cámpora.
“No existen. Son chicos con plata. Antes, hubo una época en que existía Montoneros, que no lo comparto, pero robaban y mataban para subsistir como una organización reivindicativa. Pero esta Cámpora son chicos que los que menos ganan 20 mil a 50 mil (pesos) y tienen su propia casa”, señaló.
Y concluyó: “No tienen nada que ver con el peronismo ni con la vida política argentina, son trepadores, a través del manejo que le da Cristina a su hijo Máximo (Kirchner) y a sus referentes. Existen sólo porque tienen poder y plata, pero no tienen ninguna ideología en serio”.
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