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Bangladesh: obreros textiles desatan su ira por la tragedia

Masiva protesta luego del derrumbe de talleres ilegales que dejó 300 muertos.


Empleados del sector textil bangladesí chocaron ayer en la capital Dacca con la Policía en medio de una manifestación que reunió a centenares de miles de personas, que atacaron las fábricas y volcaron vehículos tras el derrumbe del miércoles pasado de un edificio construido ilegalmente, donde funcionaban talleres, y que dejó más de 300 obreros muertos, y cientos de heridos.

La Policía disparó balas de goma y gases lacrimógenos contra una multitud encolerizada en Savar, en los alrededores de Dacca, donde el Rana Plaza, un edifico de ocho pisos, se derrumbó hace tres días como un castillo de naipes.

Esta catástrofe –la peor en la historia industrial del país–  reactivó la polémica sobre las condiciones laborales en la industria textil de Bangladesh, un país muy pobre del sur de Asia que abastece a importantes marcas de ropa occidentales.

Los obreros atacaron fábricas, hicieron volcar coches,  quemaron neumáticos en la carretera e intentaron prender fuego tiendas a lo largo del recorrido de esta manifestación masiva,  precisó por su parte Mustafizur Rahman, el número dos de la Policía de Gazipur, a las afueras de la capital, Dacca. También provocaron el cierre de talleres textiles.

“Exigen el arresto y la ejecución de los propietarios de los talleres y del edificio que se derrumbó en Savar”, cerca de Dacca, contó Rahman a la AFP.

Decenas de sobrevivientes eran socorridos dos días después del  accidente. Los equipos de rescate extrajeron ayer unos 50 sobrevivientes más de los escombros del edificio de ocho pisos que se derrumbó el miércoles (ver aparte).

En noviembre pasado, un incendio en otro taller cerca de Dacca dejó 111 empleados muertos, en mayoría mujeres.

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