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Rosarinos y bonaerenses

Banda de los Cerrajeros: los ocho acusados seguirán presos

El juez Suárez prorrogó, a pedido fiscal, la prisión por 60 días a excepción de uno de ellos, al que no le fijó plazo.


La banda de ladrones que robaba con modalidad de entraderas, logrando abrir puertas sin forzar las cerraduras, fue imputada de cometer 13 atracos violentos. Son ocho los acusados que seguirán detenidos, ya que el juez José Luís Suárez prorrogó, a pedido fiscal, la prisión preventiva por 60 días a excepción de uno de ellos, al que no le fijó plazo.

Este último cuenta con un pedido de captura internacional por un homicidio cometido en la provincia de Buenos Aires. El grupo contaba con logística, inteligencia y apoyo exterior al momento del robo. Utilizaban handies o celulares para comunicarse con el exterior y eran sumamente violentos con las víctimas. Algunos de sus miembros son oriundos de la provincia vecina y llegaban a Rosario con el fin de efectivizar los atracos. Unos 215 mil pesos y 84 mil dólares, más joyas, armas y objetos electrónicos, componen el botín con el que se alzó el grupo en estos hechos.

Fueron bautizados como la Banda de los Cerrajeros porque ingresaban a las casas sin forzar las cerraduras ciegas.

Utilizaban un pequeño dispositivo de plástico a través del cual hacían saltar el pistillo e ingresaban durante el día a las propiedades. Una vez en el interior, los tres o cuatro asaltantes según el caso, reducían a las víctimas con violencia, les apuntaban con armas, les gatillaban sin que saliera la bala, las golpeaban, gritaban y en algunos casos utilizaban una plancha caliente para atormentarlos.

La banda, según la fiscalía, tenía dos jefaturas; la pata local a cargo de Claudio C. alias Caio, quien organizaba la llegada del resto del grupo desde Buenos Aires, proveía la logística, los autos y los objetivos como el apoyo exterior durante el atraco. En tanto Juan Alberto V., alias Dany, traía a la ciudad a quienes participaban en el robo, coordinaba con Caio y entraba a los domicilios.

Uno los celulares robados fue la clave para ubicar a la banda. Este móvil quedó en manos de un hijo de Caio. Once meses de investigación colectaron evidencia de distinta índole, entre ella escuchas telefónicas, informes de inteligencia y algunas filmaciones que derivaron en allanamientos y la detención de siete personas: Dany, Caio, su hijo Nicolás Martín C., Pablo Sebastián S. alias Pancho, Eugenio Nicolás S., apodado Ketu, Nicolás Ariel H., alias Tato, y Marcos Ezequiel F. Todos fueron imputados a medidos de agosto por asociación ilícita.

Ayer se realizó una nueva audiencia. En esta ocasión también fue imputado Néstor Daniel G. quien fue localizado en la Unidad Penitenciaria Nº 43 de González Catán. Este hombre está detenido desde el 26 de febrero por infracción a la ley de estupefacientes. Para las fiscales Georgina Pairola y Viviana O’Connell el sospechoso era quien amedrentaba a las víctimas con una plancha. De los ocho detenidos, cinco fueron imputados por la tenencia de las armas encontradas en sus domicilios durante los allanamientos que se produjeron en 10 de agosto. A su vez le achacaron al grupo el delito de robo calificado por el uso de arma y agravado por su comisión en poblado y en banda. En un caso además le agregaron el agravante de tormentos físicos y psíquicos.

Los hechos

Entre el 18 y el 19 de agosto de 2015 se produjeron dos robos con esta modalidad. A la mañana en Rioja al 2400 y al mediodía en Cerrito al 3200. En una de las viviendas sustrajeron 11 armas, 8 mil pesos, 700 dólares y 100 euros más objetos electrónicos, mientras que el otro botín alcanzó los 13 mil pesos, 38 mil dólares y un certificado de plazo fijo por  1.300 dólares.

El 23 de octubre de 2015 hubo otros dos atracos, uno al mediodía y otro pasadas las 20. En Dorrego al 2400 y en Juan Manuel de Rosas al 1400. Entre ambos hechos los ladrones se llevaron 30 mil pesos, 4.500 dólares y objetos electrónicos.

La plancha

Otro de los robos se cometió el 8 de diciembre en San Luis al 2300. Ingresaron cuatro hombres y redujeron a la pareja que habita en la casa. Los llevaron a una habitación y los ataron para luego golpearlos constantemente requiriendo dinero. Les apuntaban a la cabeza y gatillaban simulando una ejecución hasta que uno de ellos buscó una plancha, la enchufó y amenazó al hombre con quemar a su mujer en la cara si no le entregaba “la plata grosa”.

Finalmente la quemó en el brazo y se alzaron con 60 mil pesos y 3 mil dólares, sostuvo la fiscalía en la imputación.

Dos días después en Ituzaingó al 800 se llevaron 20 mil dólares y otras pertenencias. El resto de los robos tuvo lugar durante 2016. En febrero robaron 30 mil pesos, 7.500 dólares, una pistola y camisetas de fútbol entre otros bienes de una casa de Viamonte al 900. El 2 de marzo hubo otros dos atracos con 40 minutos de diferencia en Catamarca al 2600 y Dorrego al 2000: esta vez se alzaron con 47 mil pesos y alhajas.

En mayo hubo otros dos hechos. En Pasco al 1400 se llevaron una caja de seguridad y en Rioja al 2400 unos 10 mil dólares. Finalmente el 6 de julio robaron en José Hernández al 2300, esta vez volvieron a utilizar la plancha como elemento de tormento aunque no quemaron a la víctima y se llevaron 17 mil pesos y 3 mil dólares. El último atraco achacado tuvo lugar dos días después en Funes: allí despojaron a los moradores de 7 mil pesos y 100 dólares.

Luego de las sindicaciones fiscales, el juez José Luis Suárez dispuso la prisión preventiva para el grupo por 60 días a pedido fiscal, aunque hizo un excepción con Marcos Ezequiel F. Este muchacho dio una identidad diferente al momento de su detención y aseguró ser menor. Su contextura física confundió, por lo que debió chequearse su identidad en extremo y surgió que contaba con un pedido de captura por el crimen de un joven en La Matanza, donde fue asesinado desde una motocicleta cuando se hallaba en una esquina.

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