La renovación de ahorros que tienen que lograr los bancos en sus mesas de dinero ya se realiza, desde hace unos pocos días, a tasas de interés levemente más altas. Pero la persistencia de la suba que prevén para los próximos meses los está apurando a ajustar con mayor fuerza los retornos que ofrecen en los plazos más largos. Los ejecutivos de las entidades prefieren dejar comprometidos a los ahorristas a un bajo costo, como el que deben pagar actualmente, antes que tener que convalidar los mayores retornos que ya están proyectando hacia adelante.
La tasa de interés que ofrecen los bancos privados por un depósito mayorista, que vence en un mes, pasó del 15,5 por ciento al 16,25 anual en los últimos diez días (a pesar de que la Badlar –tasa promedio de referencia– que mide el Banco Central a través de una encuesta “misteriosa” se ubica ahora más cercana al 15 por ciento).
Pero aumenta con mayor velocidad en los plazos más largos: para vencimientos de entre 36 y 40 días, las tasas superan ya el 18 por ciento anual; y para los 120 días, por ejemplo, los retornos de algunas entidades pasaron de un rango de entre un 18 y un 18,5 a uno de entre el 19 y el 20 por ciento anual.
El ajuste en las tasas de los plazos más largos, de hasta unos 125 puntos básicos, duplica el que aplicaron en los depósitos más cortos. Algunos ejecutivos consideran que conviene cubrirse logrando ahorros con vencimientos más extensos para no quedar comprometidos a pagar una tasa más alta en los próximos meses, en los que deberán sumarle volatilidad preelectoral a las dificultades que hoy ya sufren por la disparada del blue y la desconfianza en la economía local.
El movimiento se da luego de que las entidades debieron afrontar tasas de interés de hasta el 21 por ciento anual en el mercado interbancario (el costo de los préstamos que negocian entre sí, que se disparó en los últimos dos días) y que el Central convalidara un ajuste de 200 puntos básicos en sus últimas colocaciones de deuda.
Los bancos están sufriendo, además, un retiro más intenso de ahorros en dólares. En parte, porque algunos clientes decidieron llevarse en sus bolsillos el pago que recibieron por la amortización de un bono en moneda extranjera en las últimas semanas. Pero, también, por el temor que sintieron ante la suba del blue, por encima de los 10 pesos. Los bancos perdieron ya alrededor de 200 millones de dólares en depósitos en lo que va de mayo. Y el drenaje afectó fuertemente al Central, que a pesar de las compras diarias de divisas que realiza en el mercado cambiario, sintió en los últimos 15 días una reducción de casi 800 millones de dólares en sus reservas (aunque influyen, en parte, los pagos a organismos internacionales y la caída de algunos activos en los que se atesoran: oro, euro y bonos).
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