Policiales

San Lorenzo

Balearon otra vez un búnker en donde dos meses atrás asesinaron a un joven

Un hombre de 29 años resultó herido y levantaron 15 vainas servidas calibre 9 milímetros tras ataque armado contra una vivienda precaria de Luis Braile al 1800, de dicha localidad. A principios de marzo acribillaron allí a Francesco Fiorucci.


Una vivienda sindicada como punto de venta de drogas fue baleada anoche en la ciudad de San Lorenzo y como consecuencia del ataque armado resultó herido un hombre de 29 años, a quien atendieron en el hospital Granaderos a Caballo con un impacto de bala en el brazo derecho, consignaron voceros policiales y judiciales del caso.

La feroz balacera ocurrió cerca de las 23 de anoche en un domicilio de Luis Braile al 1800, en donde su moradora Luciana Valeria M. confirmó que su pareja de 29 años -sin aportar precisiones sobre su identidad- había resultado herido. Efectivos policiales levantaron 15 vainas servidas calibres 9 milímetros y constataron que el hombre baleado no estaba al momento del relevamiento.

De acuerdo a los pesquisas, los disparos impactaron en la pared del antebaño, en la heladera y en una habitación. Los atacantes pasaron en un auto y abrieron fuego contra la misma vivienda en donde a principios de marzo asesinaron a un joven llamado Francesco Giovani Fiorucci y balearon a Esteban Andrés L. en la zona del tórax.

El fiscal en turno Leandro Lucente, del MPA de San Lorenzo, ordenó la comisión de gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal para relevamiento de la zona del ataque, levantamiento de rastros, muestras fotográficas, toma de testimonios a personas que puedan aportar datos de interés a la causa.

 

El crimen de “Chesco”

Cerca de las diez de la noche del miércoles 1º de marzo pasado asesinaron a Francesco Fiorucci en inmediaciones de Luis Braile y Los Álamos. La víctima fatal tenía 24 años, estaba con una moto Honda XR 125 que se hallaba en una cuneta. El cuerpo tenía 8 impactos de bala en distintas partes del cuerpo, uno de ellos en la cabeza.

“Mi hijo era adicto, consumía marihuana, y por sufrir además el Síndrome Hiperquinético en una oportunidad tuvo un brote psicótico con alucinaciones. Con la colaboración del psiquiatra conseguimos una orden judicial y estuvo internado en la Colonia de Oliveros. Pero, lamentablemente, poco después de recibir el alta regresó con su pareja –que también es adicta- y volvió a consumir”, lamentó Estela Rueda Césped, madre de Francesco, en diálogo con el portal Síntesis.

Francesco trabajaba ayudando al padre colocando equipos de aire acondicionado, reparando teléfonos celulares y electrodomésticos o haciendo arreglos mecánicos en autos. “Chesco siempre recibía mensajes desde la dirección en donde lo mataron. Desde su casa en Puerto General San Martín hasta allí hacía el mismo recorrido cada vez. Me lo contó su novia que a veces lo acompañaba. Dejaba la moto con el motor encendido, se bajaba, compraba la droga y se iba”, contó Estela.

“No era un vago ni un pibe de la calle, era un chico con una enfermedad contra la que batallábamos”, aclaró Estela sobre su hijo Francesco. La tarde del 1° de marzo “terminó de arreglar un auto con el padre y con la ropa de trabajo y sin bañarse, le avisó que salía y se fue a encontrar con la muerte”, concluyó la madre del joven asesinado en un búnker de San Lorenzo.

  

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