Tres plomos impactaron en el cuerpo de un agente de policía de 29 años, cuando ayer a la mañana se dirigía en un auto a tomar servicio en una seccional de la zona sur. El uniformado fue trasladado al Centro de Emergencia y Trauma Rosario, donde fue atendido y, pese a que uno de los proyectiles quedó alojado en su cara, tras recibir las curaciones fue dado de alta, confiaron fuentes del caso. La Policía investiga el móvil del ataque y una de las pistas principales apunta a un conocido de la víctima con el que mantenía una disputa por el amor de una dama.
El hecho ocurrió minutos antes de las ocho de ayer en inmediaciones de Ocampo al 3800, jurisdicción de la seccional 13ª, cuando el Renault 18 color celeste que conducía Hernán V. fue “encerrado” por otro vehículo color gris –aparentemente un Corsa, según el testimonio que vecinos dieron a los pesquisas– desde donde su conductor sin mediar palabra disparó varias veces contra el policía, que recibió tres impactos de bala y se salvó de milagro.
El agente dijo más tarde que no alcanzó a ver quién le disparó porque el primer proyectil le impactó en el rostro. Ese disparo le ingresó por el pómulo y la bala le quedó alojada en la cara, aunque no tocó ningún órgano vital. El segundo tiro le ingresó por la axila y le salió por la espalda mientras que el tercer plomo quedó atrapado en el chaleco, a la altura del pecho, dijeron fuentes de la pesquisa.
El efectivo policial se desempeña como agente en la comisaría 16ª, de Ayacucho al 3300, lugar hacia donde se dirigía en el momento del ataque. Por ese motivo vestía uniforme policial y llevaba puesto un chaleco antibalas que le salvó la vida ya que frenó uno de los proyectiles más peligrosos, dirigido al pecho.
Aunque los pesquisas no quisieron adelantar ninguna hipótesis sobre qué fue lo que motivó un ataque tan violento, algunos trascendidos dejaron entrever que el agresor podría ser una persona conocida de la víctima con la que mantenía un conflicto personal desde hacía algunas semanas.
Según voceros que pidieron mantenerse en reserva, el policía atacado había comenzado una relación amorosa con una mujer casada y el agresor habría sido precisamente el hombre engañado. Otro trascendido asegura que la mujer en cuestión estaba “separada” pero que su ex pareja no la dejaba tranquila ni aceptaba su nueva relación con el agente. También se deslizó que el policía realizó una “exclusión del hogar” del hombre sospechoso porque había golpeado a su ex pareja.
Aunque hasta el momento los ribetes pasionales del ataque son sólo especulaciones, una fuente del caso mencionó que, la semana pasada, el policía de 29 años había realizado una denuncia en Tribunales por “amenazas coactivas” en la que acusó a la ex pareja de la mujer, a quien mencionó como su novia.
Y dijo que por esa denuncia el hombre fue detenido y debió declarar en sede judicial. Pero si está involucrado o no en el ataque de ayer lo deberá resolver el juzgado de Instrucción en turno, a cargo de María Luisa Pérez Vara, quien investiga la causa con colaboración de la comisaría 13ª y la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II.
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