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Bajo agua, y no bendita

El municipio de Luján resultó gravemente afectado por el desborde del río de ese nombre, que anegó la ciudad e hizo colapsar la red cloacal convirtiendo el casco urbano en un gran sumidero.


El desborde del río Luján, producido a raíz de un temporal que esta semana afectó, una importante zona del centro del país, sumó ayer más inconvenientes al colapsar el sistema cloacal en el municipio de la ciudad de la Virgen y llegar el agua hasta la basílica, donde inundó parte del subsuelo.

Toda la zona céntrica de la ciudad y el casco histórico fueron inundados por las aguas fluviales provenientes de la zona rural del centro-norte del distrito e hicieron subir el nivel del río hasta un pico máximo de 5,12 metros registrado ayer a la madrugada.

Más de cuatrocientas personas, entre evacuados y autoevacuados, recibían ayuda en centros de alojamiento a la espera de poder volver a sus hogares en Luján. Otras localidades vecinas también resultaron afectadas, entre ellas Olivera, donde los evacuados alcanzaron a setecientos vecinos.

Las calles perimetrales de la basílica de Luján quedaron completamente anegadas y aunque el agua no ingresó a la nave principal del templo sí inundó el subsuelo, donde se encuentra la cripta con los llamados “tesoros de la Virgen”, entre los cuales se encuentra su corona, una rosa de oro y los ornamentos que usó el papa Juan Pablo II cuando presidió una misa en la ciudad en su visita pastoral a la Argentina en 1982, poco antes del desenlace de la guerra de Malvinas.

Voceros de la basílica informaron que el agua ingresó al subsuelo por las rejillas y las napas, lo que obligó a poner a salvo los objetos guardados en la cripta e hizo temer por la estabilidad de los cimientos, por lo que se inició el desagote con bombas extractoras.

A todo esto, la Secretaría de Infraestructura, Obras y Servicios Públicos del municipio informó que las redes cloacales en la zona céntrica, y en gran parte de su circuito en la ciudad, se vieron “colapsadas dificultando la circulación de los efluentes dada la situación de la planta depuradora y de la cantidad de agua ingresada a la zona por el desborde del río Luján”.

Ante la difícil situación que atraviesan los vecinos el intendente del partido, Oscar Luciani, solicitó la donación de agua potable envasada, alimentos no perecederos, pañales, pilas, linternas y velas para distribuir entre los vecinos damnificados.

“Ahora viene lo más difícil, que es la vuelta a casa”, afirmó el mandatario.

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