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Economía

Autos: sigue impuesto y enoja a fabricantes

La medida que sostiene el gravamen sobre vehículos de alta gama impactará sobre seis modelos de producción nacional.


“¿Se fue Kicillof o sigue en el Ministerio?”, preguntó con ironía un empresario automotor al enterarse de la decisión del gobierno de mantener sin cambios el régimen de impuestos internos hasta fin de año, una medida que –en su lado más polémico– va a impactar en precio de seis vehículos de producción nacional.

La noticia provocó sorpresa y malestar en el sector que esperaba, al menos, una suba de la primera escala de la base imponible a partir de la cual se comienza a pagar este tributo.

La prórroga sin modificaciones de este mecanismo era una de las alternativas que se manejaban aunque no la que contaba hasta hace unos días con más posibilidades. Desde el Ministerio de Producción se adelantó que el esquema de impuestos internos que vencía anteayer se prorroga, tal como está, hasta el 31 de diciembre próximo.

La alusión al ex ministro de Economía que hizo este empresario se debió a que en su gestión se aplicó este tributo que castiga a la venta de autos. En teoría, se apuntaba al segmento premium importados pero por la inflación terminó afectando a modelos medianos de industria nacional. El objetivo real era frenar la salida de dólares. Antes de asumir el actual gobierno dio a entender –en boca de, por ejemplo, el ahora ministro Alfonso Prat Gay– que este sistema se eliminaría. En enero se subió la alícuota 15% por seis meses y se entendió que fue una decisión de emergencia teniendo en cuenta que acababan de hacerse cargo del gobierno. Por eso sorprendió la decisión de anteayer que está lejos de ir en dirección a una menor intervención del Estado como se esperaba. El esquema vigente y que continuará hasta diciembre es el siguiente: hasta un valor de 350.000 pesos a concesionaria (al público de 480.000) los autos están exentos del tributo. Entre 350.000 y 800.000 pagan una alícuota de 10%. A partir de 800.000, el impuesto es de 20%.

El problema es que hay seis modelos de producción nacional (y varios más importados) que están cerca de ese límite y que, teniendo en cuenta la inflación, pasarían a pagar impuesto en el corto plazo.

“No se entiende. Invertimos para producir en el país y nos castigan con impuestos”, se quejó un fabricante. El argumento del ministro Francisco Cabrera fue el siguiente: “El tipo de cambio no presenta variaciones significativas, por lo cual si se subiera el piso del impuesto sería probable que los precios de los autos también suban, para permanecer por debajo. En cambio si se mantiene, como lo estamos haciendo, es esperable que los precios conserven una tendencia estable”.

Varias automotrices tuvieron que dar marcha atrás con la difusión de sus listas para julio y anteayer analizaron la estrategia a seguir. Lo que dicen es que con un aumento del 15% de la base imponible para todo el año, con una inflación del orden del 35%, es imposible mantener los precios estables por lo que deberán ajustar las listas y muchos modelos comenzarán a pagar el impuesto. Durante este fin de semana, habrá problemas en las concesionarias porque no tendrán precios confiables de algunos modelos.

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