La intensa búsqueda de un ex convicto de 25 años acusado de asesinar a su ex pareja, de 20, finalizó ayer en un domicilio de zona sur, donde la Policía concretó su detención. Se trata de Leonardo F., sindicado autor del crimen de Sofía Melina Bertolini, joven con quien tenía dos hijos pequeños que presenciaron la feroz golpiza que padeció su madre el sábado pasado antes de morir: tenía más de diez puñaladas, el rostro desfigurado a golpes y falleció por estrangulamiento.
“Teníamos una serie de domicilios y lugares potenciales de escondite. Lo encontramos en la casa de su bisabuela paterna tras montar una discreta vigilancia”, dijo una fuente policial que en la tarde de ayer participó de la detención del joven, en un domicilio de pasaje Chávez al 700, ubicado en el barrio Molino Blanco.
Fue en ese mismo barrio donde había convivido con Sofía y sus dos hijos, una nena de un año y un varón de cuatro, hasta hace pocos meses, cuando la joven se animó a escapar de las constantes palizas que le propinaba, según contaron sus familiares.
Con ayuda de su madre, Sofía vendió la casita de Molino Blanco y se mudó al Fonavi de Grandoli y Gutiérrez, conocido como Las Pasarelas, con intenciones de recomenzar su vida. Pero fue allí donde encontró el peor de los finales.
La noche del viernes, Leonardo ingresó al departamento ubicado en el primer piso, y recién volvió a salir el mediodía del sábado, con la ropa ensangrentada y sus dos hijos a cuestas. La escena motivó que un vecino le avisara a un hermano de Sofía que algo no andaba bien, situación que constató el joven cuando se presentó en el domicilio y nadie lo atendía. La Policía derrumbó la puerta y se encontró con la desgarradora escena. La joven estaba desnuda y tendida en la cama boca abajo, con un cinto rodeándole el cuello, que según los forenses fue lo que provocó su muerte por asfixia mecánica; además tenía once puñaladas en el torso, realizadas con un cuchillo tramontina que estaba en el lugar e innumerables golpes en el rostro, entre ellos uno que le provocó un corte en el ojo con un palo que estaba quebrado a su lado.
Tras esto, Leonardo tomó un taxi y viajó con sus dos hijos hasta la casa de su madre, en Villa Gobernador Gálvez, donde entregó las criaturas y huyó.
Ayer, el joven fue apresado en uno de los lugares en que la Policía suponía que podía esconderse, la casa de su bisabuela, ubicada a pocas cuadras de la subcomisaría 20ª. “Personal de la seccional 11ª y de Inspección Zona 3ª montamos una discreta vigilancia. Cuando se lo ve ingresar al domicilio, se convoca al resto de los efectivos y se procede a su detención”, dijo un vocero del caso, tras mencionar que el muchacho “parecía como shockeado, como si desde el sábado no hubiese dormido”.
Hoy el joven será trasladado a los Tribunales para ser indagado por el juez de Instrucción Juan Andrés Donnola, bajo la imputación de homicidio calificado, agravado por el vínculo y alevosía.
Voceros del caso dijeron que el joven no registra antecedentes penales en los últimos meses pero que sí cumplió una condena por delitos contra la propiedad que datan entre 2006 y 2009.
Por su parte, la familia de la joven asesinada aseguró que existían denuncias por violencia y mencionaron la existencia de una restricción de acercamiento, aunque oficialmente ninguna fuente policial pudo brindar información sobre esas denuncias.
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