Un muchacho de 20 años fue imputado por intentar matar a un vecino en mayo del año pasado en Empalme Graneros. El joven, que cumple condena por un robo a un cíber en el cual uno de sus cómplices fue ultimado por policías, aseguró en la audiencia en su contra que no tiene nada que ver con el hecho y explicó que diferentes personas lo inculparon en medio de un oscuro entramado por una disputa territorial.
El 10 de mayo de 2015 un desconocido le dio un tiro en la nalga a Sebastián Alberto B. Según su relato ante investigadores, caminaba con su hermano por De La Salle y Solís cuando sintió un ardor y se desplomó. Él no pudo ver a su agresor pero, según su acompañante y otros testigos, el pistolero era un tal Mocho, un joven que solía estar con una barrita de muchachos en Vélez Sarsfield, entre Garzón y Barra, de barrio Ludueña.
Siempre de acuerdo con los dichos de Sebastián y sus allegados, Mocho se llama Maximiliano, pero en su momento no lo individualizaron. Un mes y medio después Mocho cayó preso, en el marco de un violento asalto.
El 25 de junio de ese año cuatro muchachos asaltaron un cíber de French al 5900 –según vecinos en realidad era un casino clandestino–. Se colaron en el negocio, golpearon al dueño y destruyeron máquinas, mientras le exigían que les entregara dinero. En medio del atraco la víctima activó la alarma y el lugar se llenó de policías. Los ladrones intentaron escapar por los techos, pero fueron alcanzados por los uniformados, que acribillaron a Axel Villalba. Al día siguiente cayó preso Mocho, identificado como Maximiliano Fabián Gauna, acusado se formar parte del cuarteto que entró al negocio de calle French.
Luego de una etapa investigativa, el muchacho –con sus cómplices Gustavo Barrios y Brian Germanari– admitió su participación en el hecho y firmó un juicio abreviado en el cual se lo condenó a 3 años y cuatro meses de cárcel. Desde entonces está preso.
Si bien en primera instancia Sebastián Alberto B. y sus allegados no quisieron individualizar al sospechoso, hace algunas semanas se presentaron ante el fiscal Ademar Bianchini y le propusieron reconocerlo en una rueda de personas. Como el procedimiento dio positivo, Gauna sumó una nueva causa en su prontuario. Durante la audiencia imputativa ante la jueza Irma Bilotta, el convicto pidió la palabra y se defendió. Señaló que él no tenía nada que ver con la balacera y explicó que entre el denunciante y su grupo existe una disputa previa.
De acuerdo con su relato, hace un tiempo Sebastián Alberto B. le clavó una puñalada a Axel Villalba –el muchacho que perdería la vida en el robo al cíber–, en medio de una pelea; y desde entonces quedaron rencores entre ellos. A la vez explicó que el baleado lo individualizó durante el reconocimiento porque lo conoce del barrio y que fue Noelia, su ex novia, quien le dijo a Sebastián que él había sido el pistolero que lo baleó en la nalga.
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