Search

Así operaban los “buitres” de Fútbol Para Todos

Más de 5.000 millones de pesos del programa Fútbol para Todos (FPT) investigados por posibles maniobras fraudulentas.

Unas 5.000 operaciones de cambios de cheques en extrañas financieras que luego eran depositados a nombre de sucesiones de fallecidos, pymes del conurbano o cerealeras de todo el país. Clubes quebrados que mendigaban dinero ante la AFA y que debían humillarse ante sus mandamases para llegar a estos cheques. Luego debían volver a humillarse en cuevas financieras para cobrar ese cheque, con descuentos que llegaban hasta el 70%. Y finalmente, ese 40% era repartido entre varios beneficiarios de la maniobra. En total, se investiga si hasta 2.000 millones fueron desviados y, finalmente, repartidos entre dirigentes, empresarios privados y funcionarios públicos.

Este será el próximo paso en la investigación sobre el destino del dinero de FPT: fiscalizar el destino del dinero de los cheques que desde la AFA se distribuyeron en los clubes de primera división; y que, según la Justicia, algunos de ellos se utilizaron para una maniobra financiera ilegal. La investigación de la jueza María Romilda Servini de Cubría, iniciada por una presentación de la legisladora porteña Graciela Ocaña, determinó que hay más de 500 operaciones sospechosas en observación, parte de un listado al que accedió en exclusiva este diario.

La maniobra en investigación es simple. Desde el gobierno llegaba a la AFA el dinero de FPT. En los tiempos de Julio Grondona, la distribución de los millones de pesos era responsabilidad exclusiva de la conducción de la asociación. Los clubes peregrinaban luego hacia los despachos de la AFA para pedir un adelanto en efectivo del dinero que en teoría les correspondería en un futuro para salir de una situación financiera acuciante. En la mayoría de los casos, se trataba de alguna cuestión de iliquidez límite, como pago de los sueldos de los empleados del club con atrasos de más de dos meses y amenazas latentes de deudas, liquidaciones de impuestos reclamadas por la Afip, ahogos financieros varios o necesidad de efectivo para comprar algún que otro jugador. En todos los casos, se trata de finalidades muy lejanas a las que tenía el FPT como meta primaria: promover el fútbol infantil, sanear las economías de las entidades, promover las selecciones, etcétera. Aquí se cometió el desvío de los fondos.

El otro delito involucra al submundo del sistema financiero argentino. Se relaciona directamente con la actividad de compra y venta de cheques en negro. Esto es, sin declarar ante el fisco.

La maniobra era la siguiente: llegaba a la AFA el dirigente con las cuentas de su club apremiadas. Allí se le emitía un cheque con el monto reclamado y con la promesa de un “yo te voy a ayudar”. El cheque se emitía por la totalidad del dinero que el dirigente mendigaba y se le imponía un plazo mayor a los 90 días. Como el club necesitaba los fondos de manera inmediata, el dirigente preguntaba con cara de lamento. “¿Y qué hago yo con esto?, ¡necesito el efectivo ahora!”. Allí aparecía el consejo paternal desde la AFA: “Andá a cambiarla a este lugar”. El lugar era escrito en un papel, con la dirección y la persona a la cual el dirigente tenía que visitar. Allí iba contento el portador, hasta que luego recibía una sorpresa. En la cuenta o financiera amiga, la persona de confianza le hacía un descuento que nunca bajaba del 20% y podría llegar al 40%, a cambio del efectivo. El dirigente se iba decepcionado y necesitado de llamar en el corto plazo nuevamente a la AFA para solucionar el problema del dinero que le faltaba para cubrir sus baches financieros. Mientras tanto, el cheque en cuestión era recambiado en el mercado negro a las semanas con una reducción de no más de un 10%; o directamente se esperaba a su vencimiento para cobrar la totalidad. Lo que la Justicia quiere saber ahora es si simplemente se trataba de una maniobra de cambio de cheques en negro o había una asociación ilícita, especialmente diseñada para quedarse con porcentajes de la operación de cambio de cheques. Si es esto último, lo que se investigará es quiénes son los involucrados; y hasta dónde pueden llegar los que supuestamente se beneficiaron con la maniobra financiera de cambio de cheques emitidos bajo el dinero del programa de FPT. La apuesta judicial es que, a partir de que avance la investigación sobre los cobradores de los cheques, éstos comiencen a desentrañar la ruta del dinero y se llegue hasta la máxima responsabilidad. No se descarta que en el entramado estén involucrados desde los propios dirigentes del fútbol argentino necesitados de dinero, la cúpula máxima de la AFA y los funcionarios públicos que habilitaban el giro de los fondos a la asociación de fútbol. Llegado a este punto, Servini debería determinar si hay o no responsabilidad de los políticos; y, en este caso, si están o no involucrados en la maniobra.

En el listado de cobradores de los cheques, figuran cerealeras varias, inmobiliarias, financieras, casas de cambio, cuentas corrientes de dirigentes de los mismos clubes que necesitaban el efectivo, mutuales de crédito y viviendas, cooperativas, fundiciones del conurbano bonaerense y hasta sucesiones de fallecidos.

10