Las vías férreas que cruzan Avellaneda al 4500 separan los barrios Alvear y Acíndar. Hileras de casas precarias se levantan a cada lado de la avenida donde conviven la pobreza, las raterías de menores que cobran peaje a sus propios vecinos y los quioscos de droga en un territorio que los oriundos atribuyen a Los Monos. Allí fue asesinado anteanoche Darío Sebastián Portella, de 34 años, conocido como Lalo, mientras iba al trote por las vías, al parecer seguido por un ciclista. Un disparo que impactó en su abdomen le interrumpió el curso. La Policía cree que el autor fue Cachete, un muchacho que vive a pocos metros, por una pelea que a la tarde había enfrentado a su hermana con su ex novia, sobrina de Portella. Pero en el barrio no creen que haya vínculos entre el griterío de mujeres y el crimen y presumen que se trató de un ajuste. Es que la víctima, que hacía pocos días había salido de prisión, tenía un parentesco cercano con un cabecilla de la banda Los Monos, sindicada de manejar parte del narcotráfico en la ciudad.
“Hay un muerto, hay un muerto”, gritó un pibe que cerca de las 22 de anteayer caminaba por las vías férreas y se topó con Lalo, que agonizaba. Enseguida los vecinos empezaron a salir y no tardaron en llegar sus familiares que intentaron ayudarlo. “Lo movieron para todos lados, primero lo sentaron, porque respiraba, después lo arrastraron hasta la calle. Hasta cruzaron la avenida para acercarlo al patrullero”, contó una adolescente. Portella fue trasladado en ambulancia al Heca, donde falleció momentos después de ser sometido a una cirugía a raíz de un proyectil calibre 32 que le atravesó la tetilla izquierda.
Fuentes policiales dijeron que la principal hipótesis es que el autor del disparo fue un muchacho conocido como Cachete, quien puso fin a una discusión familiar de la que habían participado su hermana y su ex novia. Al parecer, durante la tarde previa al crimen las chicas habían tenido una fuerte discusión que no pasó de insultos, que con el correr de las horas enfrentó a los hombres.
En la tarde de ayer, efectivos de la seccional 18ª realizaron varios allanamientos en busca del imputado, que arrojaron resultados negativos.
Pero los vecinos que viven sobre la hilera de casillas paralelas a las vías, dijeron que Cachete no tiene antecedentes y que no parece creíble que haya sido el autor del disparo por un “griterío de mujeres”. En ese sentido, señalizaron al menos dos quioscos de drogas que funcionan en la zona, y dijeron que las balaceras siempre están relacionadas con los transeros del barrio.
“Escuché un estruendo y salí enseguida, pero no me di cuenta que era un tiro porque los chicos jugaban con cohetes”, dijo una vecina tras mencionar que el hombre asesinado corría por Avellaneda y dobló en las vías, donde fue alcanzado por un disparo. La mujer agregó que nadie vio quién tiró.
“Lo venía corriendo una bicicleta por Avellaneda y se metió por las vías. Venía de la zona del búnker de calle Garibaldi, seguro que la bronca viene de ahí”, agregó un muchacho tras relatar que cuando se empezó a congregar gente, familiares de la víctima lanzaron amenazas y prometieron venganza.
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