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Asesinan a tiros a un policía

Cristian Oyola terminaba de guardar su moto en un garaje frente a su casa cuando fue sorprendido por dos hombres con intenciones de robo. El agente fue asesinado de tres disparos tras forcejear con los asaltantes, que se llevaron su arma.


Un policía de 23 años fue asesinado en la madrugada de ayer frente a su casa, luego de guardar su moto en un garaje. La víctima fue sorprendida por dos hombres que lo interceptaron a la salida de la cochera con supuestos fines de robo y luego de un aparente forcejeo le efectuaron varios disparos, uno de los cuales impactó en el ojo izquierdo. El joven, que venía de comer con amigos, perdió la vida al instante y quedó tendido sobre una mancha de sangre, mientras que los asaltantes aprovecharon la situación para llevarse su arma reglamentaria. Vecinos de barrio Industrial refirieron que los robos en la zona son habituales y recordaron el homicidio de Leandro Zini, producido hace poco más de un año y en medio de similares circunstancias a sólo cuatro cuadras del lugar. La noticia de la muerte de Cristian Oyola repercutió de la peor manera en el núcleo familiar, ya que su padre falleció de un infarto en la ciudad de La Calera, provincia de Córdoba, tras enterarse de la tragedia.

Cristian Brian Oyola tenía 23 años, era soltero y le faltaban seis materias para recibirse de contador público. Cursó en el Instituto de Seguridad Pública de la provincia (Isep), de donde egresó como suboficial de la policía en febrero pasado y fue destinado al Comando Radioeléctrico, único lugar donde prestó servicio. Sus conocidos lo describieron como un pibe respetuoso, trabajador y buena persona.

Según explicó su hermana Cintia a El Ciudadano, Cristian salió de la vivienda que compartían en Casilda al 1600 a cenar con amigos. Cerca de las 0.30 de ayer regresó y guardó su moto en una cochera de portón verde ubicada a unos 10 metros en diagonal a su casa, y al salir del garaje “se encontró con dos delincuentes en la puerta esperándolo; le efectuaron 3 disparos, por nada: uno le pegó en el ojo izquierdo y le salió por la cabeza; murió en el acto”, refirió angustiada la joven.

Cintia destacó lo buen hermano que era Cristian, que su mamá se descompuso tras conocer la tragedia y que su padre falleció de un paro cardíaco a raíz de una descompensación tras enterarse de la noticia en su casa de La Calera, provincia de Córdoba.

Sobre los autores del homicidio, la hermana del joven asesinado sostuvo que no los vio, pero que ya desde la mañana corren rumores en el barrio. “¿Si son menores qué hacemos? Por lo que se escucha y se dice en la zona, uno sabe que por ahí se juntan menores para robar y tienen armas que ni la Policía tiene. Y si es un menor, entra y sale enseguida y la muerte de Cristian queda impune. Por eso la confianza yo no la pongo en el hombre sino en Dios, porque soy cristiana”, remarcó Cintia.

Por su parte el jefe de Policía del departamento Rosario, Walter Miranda, sostuvo que según el testimonio del padrastro de Oyola, el joven salió de su casa cerca de la 22.30 y regresó pasadas las 0.30 de ayer. En ese momento, el hombre pudo percibir por el postigo de la puerta de ingreso que su hijo de crianza había regresado y se dirigía a la cochera ubicada en la vereda de enfrente de su casa a guardar su moto marca Honda Twister 250.

El jefe policial comentó que cuando el joven agente salió de la cochera fue interceptado por dos varones. Se pudo haber producido algún forcejeo entre ellos, ya que en las manos la víctima tenía algunas escoriaciones, similares a los rasguños. Luego se escucharon disparos y cuando el padrastro salió de la vivienda observó a un hombre corriendo y a Cristian tirado en la vereda.

En el lugar, los pesquisas hallaron al menos dos vainas servidas calibre 22 largo, pero vecinos de la zona dijeron haber escuchado al menos tres detonaciones. En pocos minutos, el lugar se llenó de patrulleros, y con la llegada de una ambulancia se constató que el joven había fallecido.

Cuando levantaron el cuerpo se dieron cuenta de que le faltaba el arma reglamentaria, que presumen fue robada por los autores del homicidio.

Al momento del crimen, la víctima estaba de franco y vestida con ropas de civil; había terminado su servicio en el Comando Radioeléctrico a las 6 de ayer, refirió el comisario Miranda. El crimen es investigado por la Brigada de Homicidios, la comisaría 8ª, con jurisdicción en la zona, y el Juzgado de Instrucción de la 15ª Nominación.

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