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Asesinan a joven de un disparo en el pecho para robarle la moto

Por Ana Laura Piccolo.- La víctima tenía 25 años y fue atacada en la esquina de Gutiérrez y Santiago, cuando se dirigía a la casa de su novia.


asesinato

Desde la esquina de Gutiérrez y Santiago se alcanza a ver la torre de la Jefatura de Policía, ubicada a 300 metros de esa ochava, donde anteanoche fue asesinado de un tiro a quemarropa un joven de 25 años. Un charco escarlata quedó en el medio de dos postes de luz pintados con los colores de Newell’s, marcando el lugar exacto en el que cayó Javier Manuel Argüelles tras recibir un certero disparo en el corazón, cuando se dirigía a visitar a su novia. Un grupo de muchachos que tomaba cerveza en la puerta de un quiosco vio la feroz secuencia. La víctima fue obligada a detener el rodado a punta de pistola por otros dos motociclistas y tras bajarse y levantar los brazos, fue ultimado de un tiro. Sus atacantes lo despojaron de una riñonera, tomaron su vehículo y se marcharon hacia el sur. Un vecino los siguió durante varias cuadras mientras relataba lo ocurrido al 911. Por el hecho no hay personas identificadas, dijeron voceros policiales.

“Escuché un disparo y después el motor de una moto en marcha”, contó una vecina a El Ciudadano tras indicar que el hecho ocurrió pasadas las 23 de anteayer en la esquina de Santiago y Gutiérrez. “Salí enseguida y lo vi tirado en la esquina donde se detuvieron los ocupantes de un Fiat 147 blanco que se agarraban la cabeza”, agregó. La mujer dijo que el muchacho agonizante había quedado boca arriba y que los ocupantes del Fiat lo pusieron de costado, pero fue en vano: “Se ahogaba y perdía mucha sangre”.

En pocos minutos, la esquina de barrio Domingo Matheu se pobló de vecinos que se turnaban para ver si conocían a la víctima, que falleció en el lugar. La Policía tardó unos 20 minutos en llegar, según coinciden los vecinos, y casi el doble de tiempo las ambulancias del Sies, que cuando llegaron el joven ya estaba muerto. Luego, cinco patrulleros cercaron la zona y esperaron la llegada de la mortera, que constató que Argüelles recibió un disparo, sin orificio de salida, en el pecho.

“El chico estaba bien vestido, tenía bermudas de jean y una remera amarilla que hacía que la sangre se vea más. A su lado había un manojo de llaves y tenía el reloj de pulsera puesto. Por eso pensamos que era del barrio pero todos se acercaban a intentar reconocerlo y nadie sabía quién era”, dijo otra vecina.

A pocos metros de allí, en la puerta de un quiosco que los fines de semana permanece abierto hasta bien entrada la madrugada, un grupo de pibes del barrio tomaba cerveza. Según relataron algunos de ellos, la secuencia fue muy clara. El joven asesinado circulaba por calle Gutiérrez a bordo de su Honda CG Titán color negra 150 cilindradas y cuando cruzó la intersección de Santiago, dos muchachos que iban en la misma dirección en una moto similar, también color negra, lo obligaron a detener el rodado a punta de pistola.

“El chico se bajó con las manos en alto pero le dispararon igual en el pecho”, dijo un vecino tras agregar que luego fue despojado de su riñonera, que se calzó uno de los agresores para luego subirse a la moto y emprender la huída.

Mientras la calle se empezó a poblar de vecinos que llamaban ambulancias y a la Policía, un hombre juntó coraje y los persiguió. “Se cansó porque en el 911 le pidieron hasta el número de documento, y eso que estamos a tres cuadras de la Jefatura”, dijo un vecino tras referir que los asaltantes siguieron por calle Gutiérrez, se detuvieron en una estación de servicios y fueron vistos por última vez en Lamadrid y bulevar Oroño.

“Robos hay todos los días, pero de carteras. Cosas así no estamos acostumbrados a ver”, dijo una señora que describió la zona como un lugar tranquilo que durante la noche adquiere un silencio mucho mayor.

Fuentes policiales dijeron que Javier vivía en zona norte, en Casiano Casas al 2000, trabajaba en General Motors y había ido a barrio Domingo Matheu a buscar a su novia, domiciliada a cuatro cuadras del lugar del crimen. Los voceros agregaron que la joven no pudo brindar testimonio por encontrarse en estado de shock a causa de la noticia.

El hecho es investigado por el juzgado de Instrucción en turno, la seccional 21ª que tiene jurisdicción en la zona y la división Homicidios de la Unidad Regional II.

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