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Entradera

Asalto fatal en barrio Bella Vista

Falsos albañiles mataron a escopetazos a un comerciante en su casa; el dueño de la vivienda, armado, no alcanzó a hacer blanco.


Un comerciante de 71 años fue asesinado ayer por la mañana cuando quiso resistirse a una entradera. Según explicó el fiscal Rafael Coria, quien trabajó en la escena del crimen, dos hombres disfrazados de albañiles se colaron en su domicilio de Avellaneda al 1900 y el dueño de casa intentó dispararles con una escopeta; pero los ladrones se movieron más rápido y le dieron dos tiros. La víctima falleció en el momento y los homicidas huyeron en un auto que los esperaba a pocos metros del lugar del hecho. Los investigadores confiaban que las grabaciones de las diferentes cámaras de seguridad de la zona les brinden datos que permitan encontrar a los autores del hecho.

Héctor “Guilla” Villalba era un vecino muy popular de barrio Bella Vista. Padre de dos hijos, en pareja con Laura desde hace 35 años, se había ganado el respeto de todos. Un muchacho lo recordó como un hombre de personalidad fuerte, resuelta, que no dudaba en decir lo que pensaba. Le gustaba ir a cazar y, desde hace un tiempo, estaba ansioso por ver a su nieto debutar como boxeador amateur. Estaba siempre haciendo cosas y, luego de sufrir un duro cuadro de reuma, había decidido hacerle frente a sus problemas de salud y salía a caminar con dos ladrillos en una mochila, para que no se le venciera la espalda.

Era dueño desde hace más de tres décadas de una agencia de autos y camionetas que está ubicada en la esquina sudoeste de Riobamba y Avellaneda; un enorme predio de unos 10 metros de frente por 50 de fondo, donde también montó una playa de estacionamiento. Según un allegado, era algo terco y guardaba la plata del negocio en su casa. Si bien los investigadores dudaron de la teoría, la gente de Bella Vista supone que alguien filtró este dato.

Los hechos

Laura, la mujer de Héctor, salió de su casa a las 7.50 de ayer. Caminó una cuadra para comprar el diario en un puesto que funciona en Avellaneda y Cerrito. Fue y volvió; sabía que iba a tardar muy poco, por eso dejó la puerta sin llave. Cuando regresó se topó con una escena inesperada.

En su ausencia, dos hombres disfrazados de albañiles –incluso llevaban consigo un balde– se metieron en la casa y, apuntándole con un arma, intentaron reducir a Guilla. Él los vio venir y alcanzó a agarrar la escopeta que solía tener a mano, por cuestiones de seguridad. Sin embargo, los asaltantes se le abalanzaron y se trenzaron en lucha. Fue justo en ese momento que Laura volvió de hacer los mandados.

La mujer pudo ver cómo su marido, forcejeando con los ladrones, gatillaba dos veces su arma; y cómo esas municiones se incrustaban en la mampostería de su casa. Luego divisó el momento preciso en que uno de sus contrincantes le gatilló dos tiros en el pecho a Héctor y cómo su pareja se desplomó en el living de su casa. “Se ve que no llegó, porque Guilla si podía les tiraba”, aseguró un vecino.

Según contó una persona que pasaba por el frente de la casa al fiscal Rafael Coria, el par de ladrones, luego de que se escucharan las explosiones, salió corriendo, se subió a un auto de color oscuro –tal vez un Peugeot– y escapó.

Los investigadores creen que tomaron por pasaje Juan Vera, que está justo en la esquina del lugar de los hechos, con dirección este, para esfumarse.

Hasta anoche no había podido ser entrevistada por los investigadores del Ministerio Público de la Acusación porque estaba en estado de shock. Su testimonio será determinante para encontrar a los asesinos, ya que es la única testigo presencial del homicidio.

De todas maneras, los pesquisas esperaban dar con pistas sobre los dos falsos albañiles mediante las cámaras de seguridad que hay en la zona.

Testimonio desgarrador

“Mi hermano estuvo hablando anoche con el padre y tuvo el gusto de decirle que lo amaba”. Fue el testimonio que dio ayer la hija de Héctor Villalba en la escena del crimen, después de enterarse de la trágica noticia, sobre el otro hijo de la víctima. “No sabemos nada. Dicen que le tocaron el timbre. Se ve que abrió la puerta y algo pasó. Pero no sé más que eso. Recién llego. No vivo en Rosario. Somos dos hermanos. Mi hermano está en Holanda. Anoche estuvo hablando con el padre y tuvo el gusto de decirle que lo amaba”, dijo la mujer a LT8 en medio de lágrimas.

Imputativa por Ciarroca

El joven de nacionalidad peruana detenido anteayer por el crimen en ocasión de robo de Nahuel Ciarroca, ocurrido el lunes pasado en barrio Hospitales, será imputado hoy como autor del balazo fatal, dijeron fuentes judiciales. Aldair Edilson C. P., de 22 años, fue arrestado anteayer en casa de su novia, en barrio Echesortu. Le adjudican ser uno de los cuatro motociclistas que le robaron el celular a Ciarroca, de 28 años, y en medio del robo lo mataron de un tiro que le ingresó por debajo de la axila. “Los elementos que se reunieron lo comprometen seriamente”, dijo ayer el titular de la Policía de Investigaciones, Daniel Corbellini.

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