Un cuarteto armado concretó un certero golpe a una distribuidora de quesos de zona sur, a la que ingresaron en las primeras horas de la mañana del sábado, aunque el asalto recién trascendió en las últimas horas. Lo que pareció un plan con inteligencia previa salió casi como estaba planeado: burlaron el ingreso cuando llegaban dos empleados, lograron reducirlos y fueron directo a la oficina contable, donde se hicieron con un botín cercano a los 90 mil pesos. Lo único que se les escapó es que durante 40 minutos quedaron grabados en las cámaras de seguridad donde sus movimientos y características físicas se ven con claridad.
El robo tuvo lugar en la firma Prinlac, una distribuidora de quesos ubicada en Cafferata 5332 de barrio Acindar, donde tiene jurisdicción la seccional 18ª. Fuentes policiales informaron que alrededor de las 5.30 del sábado, dos empleados de la firma llegaron a su lugar de trabajo y fueron atendidos por un compañero que ya estaba en el interior de la empresa.
Cuando les abrió la puerta aparecieron de repente cuatro muchachos, dos de ellos armados, y lograron ingresar. Una vez adentro, redujeron a los tres hombres y les sacaron sus efectos personales. Mientras uno de los ladrones se quedó cuidándolos, los otros tres fueron directo a la oficina contable, donde se encontraba una empleada que se llevó la peor parte. Es ahí donde estaba ubicada una cámara de vigilancia cuyas imágenes son un relato por sí mismas.
En ellas puede observarse a una mujer rubia detrás de un escritorio que es llevada a punta de pistola a un rincón del cuarto por un muchacho con casco que le exige que le diga a su compañero dónde está el dinero. El cómplice, quien tiene un buzo con capucha y un cuello que le tapa la boca, revuelve un armario y saca dos bolsas (al parecer allí estaba el dinero) que guarda en una mochila.
En otro tramo del video se observa la aparición de un tercer hombre, quien cojea al caminar y tiene una gorrita con visera, arrancar una pantalla de la pared. El centro de la escena es un corralito de bebé, con algunos juguetes adentro, y se presume que por eso los ladrones amedrentaban a la mujer rehén diciéndoles que sabían que tenía un hijo y que no hiciera nada porque tomarían represalias. Ella, visiblemente asustada, tiene las manos atadas con precintos.
Tras tomarse su tiempo, el cuarteto completó el botín con celulares de la empresa y de los empleados, además de un televisor que descolgaron de la pared, y se dio a la fuga sin mayores problemas.
La investigación la lleva adelante la fiscalía de Flagrancia en turno en colaboración con del personal de la seccional 18ª, que tiene jurisdicción en la zona. Fuentes policiales dijeron que el monto sustraído no estaba fielmente chequeado, ya que al momento de la denuncia la firma no había terminado de hacer el arqueo.
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