La escultura “Biociclo” realizada por el artista Dante Taparelli fue inaugurada hoy. Biociclo está construida con piezas de arqueología industrial, reutilizando materiales descartados y fue emplazada en el cantero central de la avenida Illia, entre Balcarce y Moreno, en cercanías de los Silos Davis y el Museo de Arte Contemporáneo (Macro). “Es un homenaje a la Calle Recreativa, y a tantos otros emprendimientos que se hacen en función de la vida saludable, como el velódromo, las bicisendas”, había contado Taparelli a El Ciudadano.
Para el artista, la reutilización de materiales en la escultura habla de una segunda vuelta, de una segunda oportunidad, de resignificar los objetos, ponerlos en valor. Por eso, cuenta Taparelli, Biociclo “está hecha con ruedas de trilladoras que araron los campos santafesinos hace años y que hoy ya no se usaban”.
La localización de esta escultura en el cantero central de la avenida Illia, entre Balcarce y Moreno, constituye en sí misma un gesto que invita a la reflexión, se sitúa en medio de una de las arterias con más tránsito automotor y por otra parte a la vera del río Paraná, instalando el debate entre la comodidad insalubre del automóvil y la naturaleza saludable y autónoma de la bicicleta.
“Biociclo también tiene la intención de hablar desde lo antiguo, en ese espacio de arte contemporáneo”, analizó el artista. Además, hizo relación a la bicicleta como elemento de transporte de los trabajadores, como primera experiencia de equilibrio de un niño y como símbolo de lo saludable.
Desde la Secretaría de Cultura, concluyen que la “bici”, como todos la llamamos, es una extensión más veloz de nuestro propio andar, representa la fuerza personal, la energía puesta al servicio de la marcha a partir de nuestros propios recursos.
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