“Locos de contento” fue la expresión utilizada por uno de los delegados de los trabajadores de la empresa Mahle, consultado por El Ciudadano, al confirmar que en la tarde de ayer fue firmado el acuerdo entre la firma de capitales alemanes y la empresa local Aros Kim, de Jorge Basualdo, quien, según pudo saberse, hoy estaría en Rosario.
Claudio Maldonado, uno de quienes fue en estos largos meses vocero de los trabajadores, sostuvo que el establecimiento ubicado en la avenida Presidente Juan Domingo Perón al 5600 podría volver a funcionar a fines de diciembre próximo.
En principio en una primera etapa estarían trabajando los 139 operarios que quedaron en el plantel de los aproximadamente 500 que se desempeñaban cuando la empresa alemana decidió cerrar las puertas el 24 de abril pasado.
“Ojalá estemos todos”, consignó Maldonado, y mencionó que de acuerdo con los datos que manejaban los trabajadores la firma argentina se haría cargo de la planta en los primeros días de diciembre y destinaría las primeras semanas a “revisar todo lo que deja Mahle”.
Maldonado calificó el hecho como “un triunfo para todos los que luchamos” y si bien no descartó un festejo dijo que aún no lo habían previsto.
Quien sí festejaba anoche era la viceministra de Trabajo de la provincia, Alicia Ciciliani, quien también confirmó la firma del acuerdo. “Estamos festejando con el ministro de Trabajo Carlos Rodríguez”, comentó la secretaria, que siguió de cerca todos los avatares de la situación desde el principio.
La funcionaria provincial sostuvo que lo que viene “es un proyecto sustentable de un empresario pyme”.
Cabe recordar que Aros Kim fue desde un primer momento el nombre de la firma que se mencionó como empresa nacional que estaba interesada en la reactivación de la planta cuando se cayó el primer intento que motorizó Ramiro Vasena.
Con la firma del acuerdo quedaron atrás los largos meses de lucha de los, en un primer momento, medio millar de operarios, quienes no sólo mantuvieron tomada la planta sino que cortaron en más de una ocasión la avenida Presidente Perón, instalaron carpa frente a la planta de Mahle en Rafaela y hasta llevaron la protesta al Gran Buenos Aires, donde hay oficinas de la empresa.
El traspaso de la fábrica a un nuevo empresario privado dejó atrás la idea de una empresa recuperada por los trabajadores y hasta de una firma controlada por el Estado, como llegó a barajarse en algún momento.
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