Deber cumplido. Argentina goleó y ya está en cuartos de final de la Copa América Centenario. Hizo lo que tenía que hacer, lo que marcaba la lógica. Además de la clasificación, el partido frente a Panamá dejó el debut de Messi, con golazos incluidos, goleada por 5-0 y una nueva lesión muscular de Ángel Di María. El equipo de Gerardo Martino jugó de menor a mayor y desde el ingreso del crack rosarino vapuleó a su rival. Ahora sólo deberá esperar a que se defina contra qué rival jugará la instancia próxima.
Sólo seis minutos tardó la selección argentina en abrir el marcador. Di María envió un centro desde la derecha que capitalizó Otamendi y, de cabeza, mandó la pelota a la red. Pero el rival no sintió el golpe y comenzó a tener la pelota en la mitad de la cancha. Y a fuerza de centros complicó en más de una oportunidad a la última línea albiceleste y a un inseguro Romero que dudó en cada pelota que salió a cortar.
Y cuando la cosa se le ponía cuesta arriba al equipo del Tata, Panamá se quedó con un hombre menos por la tonta expulsión de Godoy, quien amonestado golpeó con su brazo el rostro de Gaitán.
Para finalizar un primer tiempo a contramano de la selección nacional, más allá de la ventaja, Di María salió lesionado (dolencia muscular) y puso en duda su participación en lo que viene de la Copa.
Tras el paso por el vestuario, el conjunto del Tata salió decidido a liquidar el partido. Y Cuando el reloj marcaba que aún le quedaba media hora de partido, Lionel Messi hizo su debut en la Copa América Centenario. Y fue él, el mejor jugador del mundo que primero liquidó el pleito, luego la puso en el ángulo de tiro libre y después con el tercero se llevó la pelota. Clasificó la selección y volvió Messi en una noche redondita. Revolucionario.
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