Una joven de 21 años estaba internada en gravísimo estado con quemaduras en más del 95 por ciento del cuerpo y su pareja de 35 con heridas de consideración como consecuencia de una “deflagración” ocurrida en la madrugada de ayer en un departamento del complejo Ciudad Ribera. Las causas del siniestro distaban de estar claras por las características del edificio Palco Paraná, en Puerto Norte, una unidad que está ya habitada pese a no contar con final de obra y tener enfrente, a sólo pocos metros, un edificio similar en plena construcción. El grave caso volvió a dejar en exposición a los edificios de alta gama que se construyen frente al Paraná: “Quien decidió irse a vivir allí, es como quien decide irse a vivir en condiciones irregulares, como una villa”, definió con impiadosa contundencia al portal de noticias Rosario3 el subsecretario de Planeamiento municipal, Eduardo González. El complejo caso quedó, al menos por ahora, en manos de la titular del Juzgado de Instrucción Nº6, Raquel Cosgaya, quien quedó a la espera de los planos del edificio y del resultado de los peritajes a cargo de Bomberos para decidir los pasos a seguir. “Pero es algo que llevará tiempo”, aclaró la magistrada a El Ciudadano.
Lo único que por ahora aparece como más probable es que se trató de un hecho accidental y no intencional y que “en principio se habría tratado de una deflagración y no de una explosión”, según graficó la jueza. La diferencia entre ambas no es menor y es lo que explica que el departamento no quedara destruido por completo y sus ocupantes no murieran en el acto: deflagración es una combustión súbita, pero con velocidad de propagación reducida.
En esa línea la hipótesis de la que parte la jueza Cosgaya es la de un escape de gas. A partir de allí las preguntas se multiplican: si se confirma la causa, los peritajes podrán determinar cuáles son las condiciones de la instalación y si contaba con habilitación, y en ese marco si se trató de una falla estructural o provocada por una acción doméstica, entre otros interrogantes.
Según pudo comprobar la jueza el departamento tenía anafe eléctrico, lo que pone en foco qué otros accesorios son los que funcionaban a gas. No había en el lugar ninguna garrafa, como había sugerido una versión desmentida después. Y se sabe que en el edificio funciona una caldera alimentada con gas envasado –los llamados zeppelines o chanchas– aunque este diario no pudo conocer a ciencia cierta si el suministro de agua caliente a la unidad siniestrada era por esa vía.
El uso de artefactos eléctricos es una característica común a varios de los emprendimientos inmobiliarios de la zona de Puerto Norte que fue motivo de polémica por su “sustentabilidad” y que incluso se transformó en ordenanza: en octubre de 2011, el Concejo Municipal aprobó la normativa que de ahí en más todos los convenios urbanísticos y edilicios “en lotes de 2.000 metros cuadrados o más, o cuya altura supere los 35 metros” debían someterse a una previa evaluación de impacto ambiental por parte de un cuerpo independiente como condición para poder llevarse adelante.
Quienes en aquel entonces trabajaron en la normativa sugirieron a este diario que el incidente ocurrido puede no tratarse de un caso aislado: será la Justicia entonces la que determinará si deben realizarse nuevos y puntillosos controles sobre los emprendimientos con vista al río
Çon todo, la “deflagración” se produjo alrededor de la 1.00, en el piso 9 del total de 10 que tiene el edificio ubicado en la avenida Luis Cándido Carballo 158. “Ese lugar no tiene final de obra; por lo tanto se corre riesgo, por lo imprevisible de la situación y por los accidentes que pueden ocurrir, como de hecho sucedió”, advirtió el vice de Planeamiento.
Por su parte, Ingeconser SA, la empresa desarrolladora del complejo, emitió un comunicado en relación al hecho en el edificio Alto Paraná “cuyas unidades se vienen entregando desde marzo de 2012”, según dijo. En el texto informó también que el departamento “estaba habitado por sus propietarios” y agradeció y destacó “la solidaridad de los vecinos, así como también la celeridad y predisposición de los Bomberos, la Policía y los funcionarios de Defensa Civil”. Sobre las causas del siniestro, sólo se especificó que se espera el resultado de los peritajes.
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