Hace dos años, un hombre de 35 años se hizo pasar por abogado y quedó registrado por una cámara filmadora piloto cuando robaba un expediente de los Tribunales provinciales. El hecho le valió –además del apodo de “ave negra”– una imputación por falsedad documental, defraudación y/o hurto, que se sumó a otras causas judiciales que lo investigan por los delitos de extorsión, usurpación de título y falsedad ideológica. A fines del mes pasado, Ariel F. volvió a ser detenido, esta vez sospechado de conformar una banda que realizó una serie de estafas con la gestión de préstamos obtenidos con documentación apócrifa; y recuperó la libertad después de pagar una fianza de 25 mil pesos.
La última causa que se le achaca a Ariel F. está vinculada con una serie de estafas realizadas en perjuicio del Standard Bank SA que durante 2009 y 2010 otorgó varios créditos de hasta 30 mil pesos a personas que se hicieron pasar por clientes del banco utilizando documentos adulterados. Fuentes del caso calcularon que en pocos meses la banda se hizo con medio millón de pesos.
La causa recayó en el Juzgado de Instrucción de la 2ª nominación, a cargo de Alejandra Rodenas, quien el pasado 27 de junio ordenó siete allanamientos en los que fueron detenidas dos mujeres de 28 y 42 años y dos hombres, de 35 y 36, entre los que se encontraba Ariel F.
Por ello la investigación se acumuló al juzgado de la magistrada Raquel Cosgaya, quien aceptó darle libertad bajo fianza hasta tanto termine la investigación. No obstante, una fuente allegada a la investigación adelantó que la pesquisa continuará en la Justicia federal dado que la falsificación de documentos es un delito que corresponde a esa jurisdicción.
La prueba que involucra a Ariel F. es su foto en uno de los DNI fotocopiados en el banco durante el otorgamiento de créditos, mientras que se evalúan otros elementos, como los videos de seguridad de la entidad bancaria.
Las otras tres personas demoradas en los allanamientos, entre las que se encuentra su cuñada, recuperaron la libertad el mismo día de la medida y continúan a disposición de la Justicia provincial.
Salto a la fama
El 30 de junio de 2010, Ariel F. se presentó junto a una abogada en la mesa de entradas de un juzgado Civil y Comercial y, tras consultar por un expediente, se lo llevó. El hecho quedó registrado por una cámara de seguridad que había sido instalada como prueba piloto para registrar los movimientos de los abogados y operadores de la Justicia.
Al observar la irregularidad, el juez de esa dependencia Marcelo Bergia radicó una denuncia en el Juzgado de Instrucción 14ª, el que dio curso a las actuaciones.
Dos meses más tarde, el joven fue detenido cuando ingresaba a los Tribunales de Balcarce 1651 junto a la misma abogada que lo acompañaba en el momento del hurto. La policía lo identificó luego de observar las imágenes aportadas por el juez que lo denunció.
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