El Hincha Mundial

El Mundial de las pibas

Amor a la distancia


México se despidió de Rusia 2018 Sin embargo sigue dando que hablar. Luego de perder ante Brasil por 2 a 0 en los octavos de final, la selección mexicana se pegó la vuelta con una derrota y una sanción.

En el partido ante Alemania, la parcialidad azteca entonó gritos homofóbicos que fueron rechazados por la Fifa. Por ese hecho, se decidió multar económicamente a la Federación Mexicana.

Pero parece que los homofóbicos no están sólo en Rusia.

Hace unos días se conoció la historia de dos futbolistas de la selección femenina que hace unos años tuvieron que mudarse a miles de kilómetros de su país de origen porque no eran aceptadas por el entrenador de aquel entonces, por ser lesbianas. El DT les dijo que no podían darse muestras de afecto en público. Absurdo. Esto sumado a la cultura homofóbica que reina en suelo azteca (el matrimonio igualitario no es legal, sólo se permite la unión civil y no en todos los estados). No podían jugar a la pelota representando a su país por el simple hecho de amar a una persona del mismo sexo. Una locura.

Pero como la única lucha que se pierde es la que se abandona, Bianca Sierra (defensora) y Stephany Mayor (delantera), que han representado a México en competencias internacionales y fueron parte de la selección que disputó la Copa del Mundo de Canadá 2015, decidieron no ponerle fin ni a su sueño ni a su amor y se mudaron a Islandia para poder continuar allí su carrera profesional en libertad. Pero a lo que sí debieron renunciar es a defender los colores de su país.

Un año más tarde, en abril de 2016, Cuéllar el DT homofóbico y machista, renunció tras 18 años al frente de la escuadra femenina. Su reemplazo, Roberto Medina, tuvo una mirada lógica sobre asunto y las volvió a convocar para un amistoso ante Suecia. Lo que marcó su regreso a la canchas para defender los colores del Tri.

Probablemente estas dos mujeres se hayan convertido en la primera pareja homosexual confesada en un seleccionado de fútbol. Algo muy difícil, en un deporte tan machista como el fútbol que excluye a las mujeres y también a aquellas personas que tienen una sexualidad distinta a la que impone el patriarcado.

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