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América latina recibió un 31 por ciento más de inversión durante el año pasado

La región fue la que tuvo mayor dinamismo en términos de Inversión Extrajera Directa (IED).


La región con mayor dinamismo en términos de Inversión Extrajera Directa (IED) es América latina. En 2011 recibió un 31 por ciento más de flujo de IED que en el año anterior, unos 153.500 millones de dólares, según cálculos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Así, el despegue de las inversiones en América latina superó ampliamente el crecimiento global de IED, de 17 por ciento en 2011. “En suma, las economías emergentes volvieron a recibir por segundo año en la historia más del 50 por ciento de flujos de IED”, destacó la consultora Federico Muñoz & Asociados (FMyA) en su último informe.

Los países en los que más creció en 2011 la IED, en relación con el año previo, fueron Venezuela (339 por ciento), Colombia (92 por ciento), Brasil (37 por ciento), Chile (15 por ciento), Perú (5 por ciento) y Argentina (3 por ciento), entre otros.

Sin embargo, el aumento del flujo de capitales hacia la región no fue homogéneo. Si se realiza un análisis cualitativo de la IED, es posible dividir América Latina en dos grupos. El primero, integrado por Brasil. El país gobernado por Dilma Rousseff acaparó 66.000 millones de dólares de la IED recibida en 2011, casi la mitad del flujo total.

El vecino más grande del Mercosur se destacó por atraer inversiones que privilegiaron los sectores manufactureros y de servicios, “en virtud del desarrollo de su mercado interno, con la incorporación de cientos de miles de personas por año a una pujante clase media”, completó FMyA.

Precisamente, al desagregar el destino de las inversiones, se observa que en Brasil 46 por ciento se concentró en el sector manufacturas, 44 por ciento en servicios y sólo 9 por ciento en recursos naturales. La ecuación es muy diferente si el corte se realiza en el resto América del Sur: 58 por ciento se dirigió a recursos naturales, 36 por ciento a servicios y 6 por ciento a manufacturas. “La configuración que pareciera tener el resto de América latina es de una fuerte concentración en las inversiones de tipo extractivo”, remarcó el informe. De esta manera, Chile, Venezuela y Colombia, beneficiadas por el salto en el precio de las materias primas, fueron imanes para este tipo de IED.

Las diferencias entre Brasil y el resto de los países de América latina también surgen al considerar la transferencia tecnológica de los flujos de inversión. Junto con México son las únicas economías en las que en los últimos años se han radicado inversiones en sectores de alta tecnología, como la tercerización de departamentos de I&D (inversión y desarrollo) en filiales locales de empresas multinacionales, destacaron desde la consultora FMyA.

El documento económico concluyó que el hecho de que la inversión en la región –excluyendo a Brasil– atraiga mayormente a proyectos de escasa intensidad tecnológica y se concentre en sectores de la industria extractiva, hace poner en duda la dinámica virtuosa de la IED en las economías latinoamericanas como fuente proveedora de capitales y de asimilación de conocimientos.

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