Boca, que jugó realmente muy mal durante todo el partido, volvió a perder, esta vez de visitante en Parque de los Patricios ante el recién ascendido All Boys por 2 a 0, en un partido por la tercera fecha del torneo Apertura. El xeneize de Borghi profundizó su crisis futbolística.
El conjunto de Floresta ganó uno de esos partidos que sientan precedentes, que motivan a cualquiera y, sobre todo, que dan un envión anímico y una confianza excesiva a cualquier plantel.
Los goles del equipo que dirige José Romero los señalaron Mauro Matos, de tiro penal, y Eduardo Domínguez, a los 29 y 39 minutos del primer tiempo, respectivamente.
Con esta nueva derrota, Boca, que venía de caer de local frente a Racing (1-2), tiene apenas un punto sobre nueve posibles (empate 1-1 en el debut ante Godoy Cruz, en Mendoza), mientras que All Boys, que llegaba sin unidades, consiguió su primera victoria después de 30 años en la máxima categoría del fútbol argentino.
Si bien todavía es prematuro hablar de que el conjunto de Claudio Borghi quedó afuera de la lucha por el título del Apertura, es un hecho que está muy lejos del nivel de los punteros con puntaje ideal, River y Vélez, justamente su rival del próximo fin de semana.
La primera media hora, de pobrísimo nivel, transcurrió entre las ganas y limitaciones de Boca para asumir el protagonismo, y la cautelosa actitud de All Boys, que se paró para jugar de contraataque.
El equipo de Borghi tuvo muchos problemas para manejar la pelota, ya que la imprecisión fue el común denominador que abarcó a todos sus futbolistas. Entonces fue imposible ver algo de juego asociado y claridad de Boca para quebrar a un rival paciente, prolijo y firme en la marca.
All Boys, a todo esto, en el comienzo pensó en proteger su arco y luego en atacar a su oponente. De hecho Diego Abal no le cobró un claro penal por una mano de Gary Medel dentro del área.
No obstante, el equipo de Floresta no se resignó y en su segunda chance abrió el marcador.
Matos, a los 29 minutos, cambió por gol un penal que Lucchetti le cometió, tras un gran pase de Sebastián Ereros.
El 1-0 parcial desnudó la carencia de ideas futbolísticas de Boca para hilvanar alguna jugada con cierto peligro para nivelar el tanteador.
De hecho, sobre los 39 minutos, All Boys amplió la ventaja a través de un estupendo cabezazo de Eduardo Domínguez.
El 2-0 no sólo mostró la practicidad y la contundencia de uno, sino que además dejó en claro la inoperancia del otro.
Boca falló en todos los aspectos del juego: marcó mal, manejó la pelota aún peor y no llegó nunca a inquietar a Nicolás Cambiasso.
All Boys, por su parte, realizó un planteo simple y efectivo, ya que fue sólido en defensa y contundente en ataque.
Borghi, en el entretiempo, mandó a la cancha a Damián Escudero y Sergio Araujo por Marcelo Cañete y Leandro Marín respectivamente, pero nada cambió. Tampoco con el
ingreso de Cristian Chávez por Matías Giménez, a los 16 minutos.
Es que Boca nunca le encontró la vuelta al desarrollo del partido y jugó realmente muy mal ante un rival que, sin hacer demasiado, fue superior. Apenas dos remates de Chávez y Escudero llevaron algo de peligro al arco de Cambiasso. Muy poco.
All Boys siguió firme en el fondo, criterioso con el manejo de la pelota en el mediocampo y a la expectativa de quebrar nuevamente en ataque a su adversario.
El 2-0 final fue justo ya que el equipo de Floresta, donde debutó Cristian Fabbiani, ejecutó el planteo a la perfección. Boca, penúltimo en el certamen, volvió a jugar muy mal y, a esta altura, ya es preocupante.
Esta fue la primera victoria de All Boys sobre Boca Juniors en 31 años, ya que la última databa del Metropolitano de 1979 (1 a 0 con gol del “Toti” Iglesias).
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