Coronavirus

Pandemia trasandina

Algo huele mal en Santiago: la relación entre pandemia y crisis política e institucional

Un informe reveló que existía casi el doble de muertes por el coronavirus en Chile que las oficialmente informadas. El presidente Piñera lo admitió, modificó el sistema de conteo de víctimas y dispuso la salida de su ministro de Salud


Especial para El Ciudadano

“Algo huele mal en Santiago”, podría decir el personaje de Hamlet, si Shakespeare pudiera reescribir su clásica obra. Es que en cualquier parte del mundo, un cambio de gabinete anunciado en forma sorpresiva un fin de semana es señal de que algo funciona mal. En el caso de Chile, lo que no parece andar es la relación del gobierno con su propia población, atacada por la pandemia del coronavirus, problemas económicos y una profunda crisis política, que podría derivar en institucional.

Las cosas se precipitaron cuando un informe reveló que existía casi el doble de muertes por el coronavirus en Chile que las oficialmente informadas. Pocas horas después de conocido el dato, el presidente Sebastián Piñera admitió que venía brindando a la OMS un dato superior al que daba a la opinión pública. Además, modificó el sistema de conteo de víctimas y dispuso la salida de su ministro de Salud, Jaime Mañalich y el ingreso de Enrique París, profesional de sólida relación con el presidente chileno, formado en Bélgica y Estados Unidos. Ambos, el saliente y el entrante, de paso por el sistema privado y ligados a la Clínica Las Condes, la zona más coqueta de la capital chilena.

En medio de un fuerte crecimiento de las muertes diarias y el colapso de varios hospitales en Santiago, la expectativa del gobierno con el recambio es ahora al menos aliviar el escándalo político. En materia sanitaria, el nuevo ministro apunta a fortalecer la estrategia de detección temprana.

Razones para la crisis

El trabajo sobre la cantidad de víctimas fue presentado por el Centro de Investigación Periodística (Ciper) y causó revuelo. Se verificó que el gobierno de Chile estaba informando a la población la cifra de muertes con el test positivo, pero que a la OMS estaba brindando un número más amplio de decesos, incluyendo los fallecimientos de casos “atribuibles al virus”. El Ciper logró acceder a los archivos Excel del Departamento de Estadísticas de la cartera de Salud, elaborados con datos del Registro Civil, donde se anotan las causas de cada fallecimiento: había 5 mil fallecimientos, cuando oficialmente se habían anunciado 2.870. Además del propio número, lo que desató la crisis fue el ocultamiento del dato a la opinión pública por parte del gobierno.

El renunciado Jaime Mañalich venía tropezando desde el inicio de la pandemia. A mediados de marzo, había dicho que el virus podía ponerse “buena persona” al llegar a Chile, cuando el gobierno de Piñera buscaba evitar la cuarentena, atendiendo el lobby de las grandes empresas y sector comercial. Con el avance del coronavirus, la frase de Mañalich fue objeto de numerosos memes y su figura estaba cada día más desgastada.

Aquella demora en decretar el aislamiento en la capital del país fue determinante para la escalada de contagios. Aún así, la región portuaria central de Valparaíso y la ciudad de Viña del Mar siguió funcionando con normalidad. Pero el crecimiento de casos en las últimas horas, obligó el viernes 12 a sumar también a ambas localidades a la cuarentena.

Ministro nuevo, gobierno viejo

El ahora ministro París, como referente de la salud privada, venía defendiendo la estrategia oficial de realizar la mayor cantidad de test posibles para poder detectar asintomáticos y así reducir la circulación del virus, antes que de las personas. Chile tiene una alta radio de testeo por millón de habitantes e incluso París llegó a comparar la política buscada con lo que hizo Corea del Sur. Aunque la cantidad de casos y muertes es muy superior al país asiático, que tuvo 12 mil contagios y 277 fallecimientos, en el marco de un riguroso seguimiento de infectados y una realidad económica muy distinta.

“Creemos que hay dos tercios de los contagiados sin síntomas. Y que hay también dos cepas circulando, una asiática y una europea. Por lo tanto, es difícil hacer el seguimiento. Aquí se está llevando la estrategia de que la población se vaya contagiando de a poco. Y la culpa de la cantidad de víctimas no es del gobierno, sino del virus”, señaló en mayo al canal Meganoticias durante un reportaje. Con menos de la mitad de la población que Argentina, en Chile se dieron hasta hoy 167 mil casos positivos y cinco mil víctimas fatales. Es como si en nuestro país, se hubiesen reportado ya 12 mil muertes.

Desde la cuenta de Twitter del Colegio Médico de Chile, su Secretario Nacional, el médico José Miguel Bernucci, manifestó: “Necesitamos que se cumpla la cuarentena. Para eso necesitamos, por un lado aumentar la fiscalización para quienes no quieren cumplirla y aumentar, por otro lado, el apoyo económico a quienes no puedan cumplirla. Hay que bajar rápidamente el número de casos totales”. En el video, el profesional de la salud está vestido con uniforme sanitario, aunque su mensaje es claramente político.

El gobierno de Piñera había realizado cambio de cuatro de sus ministros hace una semana. Y de no haber existido la pandemia, el 11 de abril el país debería haber votado en plebiscito por una reforma constitucional, tras el intenso proceso de movilizaciones el año último. Aquellas marchas y reclamos habían comenzado por el elevado precio del transporte público y siguieron por la dificultad para acceder a la salud, educación y sistema previsional. Luego de haberse llamado a la cuarentena en Santiago de Chile, hubo protestas en las zonas más humildes de la ciudad, reclamando asistencia del Estado a los trabajadores informales y desocupados.

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