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Al tabaquismo se lo puede derrotar con un simple “no”

El tabaquismo, la principal causa de muerte prevenible en la Argentina y en el mundo

El tabaquismo, la principal causa de muerte prevenible en la Argentina y en el mundo, afecta a casi todos los órganos del cuerpo humano, y deteriora la calidad de vida de múltiples maneras. Así lo afirmaron profesionales de la salud de diversas especialidades durante el quinto Congreso Argentino “Tabaco o Salud”, organizado por la Unión Antitabáquica Argentina (Uata), la Asociación Argentina de Tabacología (Asat) y el Programa Nacional de Control del Tabaco del Ministerio de Salud de la Nación.

En la Argentina hay unos ocho millones de fumadores y cada año mueren 40 mil personas a causa del cigarrillo.

Fernando Verra, presidente de Asat, afirmó que “además de aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer, el cigarrillo y el humo ambiental del tabaco producen un impacto negativo en todos los otros órganos”.

“Para la salud, es uno de los peores enemigos, pero la buena noticia es que puede ser derrotado con un simple «no». La cesación tabáquica es la mejor decisión para todo fumador”, agregó Verra. Desde menor capacidad aeróbica hasta arrugas, pérdida del sentido del gusto y del olfato, dientes amarronados y sensación de frío, el fumador sufre diversas consecuencias desde el momento en que enciende el primer cigarrillo.

Los problemas más serios generalmente aparecen después de algunos años de consumo, y mientras tanto “el fumador ve la adicción como un juego de azar, en el que todavía «no le tocó» la enfermedad”, reflexionó Martín Urtasun, médico clínico e internista y presidenta de la Sociedad Argentina de Medicina Interna General (Samig).

El tabaquismo tiene un efecto perjudicial en toda la familia, según indicó Sandra Freifer, presidente de la Federación Argentina de Medicina Familiar (AAMF), quien explicó que “no sólo tiene consecuencias de riesgo sobre el individuo y sus órganos, sino también a nivel familiar y social”.

“Los hijos, los padres, la esposa o marido, los compañeros de trabajo del tabaquista ven agravados todos los problemas respiratorios a causa del humo ambiental del cigarrillo, aunque el afectado salga a fumar afuera. Se generan discusiones, peleas, malestar, que inciden en las relaciones cotidianas”, detalló Freifer.

Por su parte, David Fusaro, médico ginecólogo y obstetra y director del Instituto de Ginecología Buenos Aires, remarcó que, en la mujer, “se afecta salud reproductiva y hormonal”. “A la mujer fumadora en edad reproductiva es imprescindible advertirle que la asociación entre anticonceptivos y tabaco aumenta el riesgo de enfermedad tromboembólica (en particular en las mayores de 35 años), que si se embaraza debe reducir el consumo al mínimo o dejar de fumar para cuidar a su bebé y que tendrá una menopausia más precoz por los efectos del cigarrillo sobre los ovarios”, dijo.

Los expertos destacaron que dejar de fumar, a cualquier edad, es beneficioso para la salud porque “ya a los 20 minutos de abandonar el cigarrillo se normalizan la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la temperatura de pies y manos”.

 “A las ocho horas mejora la oxigenación pulmonar, y a las 48 horas comienza a disminuir el riesgo de ataque cardíaco. Diez años después de dejar de fumar, el riesgo de ataque cardíaco llega a ser el mismo que el de un no-fumador, y el de cáncer de pulmón se reduce a la mitad”, añadieron.

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