Ciudad

Granizo y viento no serán sorpresa

Rosario tendrá una estación meteorológica para alerta temprana.

Rosario contará con una nueva estación meteorológica exclusivamente destinada a un sistema de alerta temprana, que a su vez se complementará con un dispositivo de protección civil en caso de fenómenos meteorológicos severos. Así lo confirmó el subsecretario de Protección Civil de la provincia, Marcos Escajadillo, quien dijo que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ya autorizó una suma de 640 mil dólares para el proyecto, que tendrá base en zona sur de la ciudad. A la par, y en este caso con un aporte del Banco Mundial –unos 240.000 dólares– se pondrá en marcha un sistema de planes de contingencia ante fenómenos climáticos que pongan en riesgo a la población, dispositivos que se aplicarán en cuatro ciudades de la provincia: Santa Fe y zona de influencia –cuenca del Salado– y Reconquista en el norte, y Villa Gobernador Gálvez y Rosario en el sur. “El sistema de alerta temprana se emplazará en unas dos semanas, y la localización definitiva la decidirán los técnicos que vengan a instalar los equipos, que ya están comprados”, confirmó el funcionario a El Ciudadano.

Según explicó Escajadillo, la estación meteorológica de la zona sur –las nuevas tecnologías y diseños redujeron a tal punto el tamaño de los instrumentos que se las conoce como “de bolsillo”– tomará todos los datos del lugar –humedad, temperatura, velocidad y dirección del viento, entre otros– y los transmitirá en forma automática a una computadora –que centralizará el monitoreo– conectada a internet. Es decir, aunque no se trate de una página web abierta al público –como el sitio oficial del Servicio Meteorológico Nacional, www.smn.gov.ar– todos los registros estarán en la red disponibles prácticamente en simultáneo al momento en que se toman. Esa información, a la que tendrá acceso el SMN y el Ministerio de Aguas de la provincia, entre otras reparticiones, es la que permitirá trazar los pronósticos, y dar la alerta temprana si corresponde. “Son pronósticos a partir de datos. Muchas veces no se cumplen: y es mejor que no se cumplan, pero debemos estar preparados”, advirtió Escajadillo a este diario. El funcionario hizo hincapié en que, más allá de la recolección de datos desde la zona sur, que se completarán con los de la estación del SMN en el aeropuerto de Fisherton y del emplazamiento clave, que es el Radar Meteorológico de Pergamino –Estación Inta-SMN– el punto neurálgico de todo será “el trabajo con la gente”. Es decir la respuesta de la población civil para minimizar posibles efectos de fenómenos extremos.

Y Rosario y Santa Fe, en la última década, los padecieron por demás: tras el histórico desborde del río Salado que dejó sumergida buena parte de la capital provincial se dieron –y en un corto período de tiempo– situaciones de tornado, granizo y lluvia que no tenían antecedentes conocidos. Precisamente a ello apunta el sistema que, según Escajadillo, la administración Binner puso en marcha a poco de asumir, y que ahora se concreta tras ir cumplimentando puntillosos trámites con los dos organismos multilaterales: es que se trata de financiamiento no reintegrable, “y como no hay que devolver la plata, los trámites son extensos”.

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