Al menos diez insurgentes murieron en un ataque simultáneo con misiles y granadas a las bases aéreas de Samungli y Khaliddos en la ciudad de Quetta, en el suroeste de Pakistán.
El ataque contra las bases, situadas en distintos puntos de la ciudad, comenzó anoche y se prolongó hasta primera hora de la mañana local, informó una fuente policial citada por el diario Dawn.
Uno de los atacantes resultó herido y fue detenido junto con otras cinco personas sospechosas de estar relacionados con la acción armada contra la base de Samungli, dijo un superintendente de la Policía, Imran Qureshi.
Los militantes lanzaron cohetes y granadas y dispararon contra las instalaciones militares, en las que se escucharon varias explosiones, hasta que las fuerzas de seguridad repelieron el ataque, en el que murieron cinco atacantes en cada una de las bases.
El aeropuerto de Quetta fue cerrado al tráfico aéreo tras el ataque del que ningún grupo se responsabilizó hasta el momento, según el diario.
Por su parte, el departamento de Relaciones Públicas de las fuerzas armadas paquistaníes (ISPR, por sus siglas en inglés) confirmó en un comunicado la muerte de cinco atacantes en la base de Khalid, a los que calificó de suicidas, sin ofrecer más detalles, según despacho de Efe.
El ataque ocurrió anoche y al mismo tiempo contra ambas instalaciones, sin que se registraran víctimas entre el personal de seguridad ni daños de importancia, por lo que las bases permanecen operativas, aseguró el ISPR.
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