Por Gabriel Pennise
Cuando le quedan cuatro partidos por delante, en el momento justo, vital, Newell’s depende de Newell’s en su lucha por el título. Racing y su inesperada victoria ante el hasta ayer invicto, y todavía puntero Banfield, se lo permitió. Dos puntos separan a la lepra del taladro, un triunfo, nada más, nada menos. Colón está a la vista, su primera posibilidad. El juego de las presiones está apasionante. ¿Tranquilidad o ansiedad?, es la pregunta a responder por los futbolistas rojinegros.
La tranquilidad de saber que aún perdiendo en Santa Fe ante el siempre complicado (al menos para Newell’s, que lleva 22 encuentros sin derrotarlo, con 8 derrotas) Colón le permitirá seguir de cerca los pasos de Banfield. Que con un empate quedará solo a un punto, aunque siempre detrás.
O privará la ansiedad, en el búnker leproso montado en Santa Fe, por saber que ganando empezará a mandar en soledad. Y le quedarán tres fechas para alcanzar la meta. El valor del triunfo va mucho más allá de las matemáticas, termina con el Karma llamado Colón, y lo eleva a la figura de principal candidato para quedarse con el título desalentando a su rival de hoy y también al amenazante Vélez. Una tentación que deberá ser templada por la inteligencia para jugar. La palabra de Schiavi y Bernardi luce indispensable para calmar a las fieras.
Es la tuya Newell’s. Banfield ya mostró que en el juego de las presiones perdió el primer punto. Sumar es la cuestión, una unidad acerca, tres manda. Cero, llenará de incertidumbre un torneo que parecía privacidad de dos (Banfield y Newell’s), pero en este caso Colón y Vélez llegarán con la fusta bajo el brazo para ganarlo de arrerbato. Ahora sí, Newell’s depende de Newell’s.
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