Muchas veces las bajas de los rivales le hicieron un guiño a la Argentina desde su vuelta al Grupo Mundial de la Copa Davis. También es cierto que alguna que otra baja por lesión la Legión sufrió en estos años. Pero lo que se está viviendo para esta serie ante Suecia no tiene precedentes.
No menos cierto es que las bajas que se sufrieron en ocasiones anteriores, tenían reemplazantes a mano del mismo o parecido nivel. Eso no pasa por estos días donde el tenis nacional tiene una megaestrella (Del Potro), un jugador capaz de ganarle a cualquiera aún lejos de su mejor nivel (Nalbandian) y un grupo (Mónaco, Zeballos, Mayer, Schawnk, etc) que viene peleándola y armándose poco a poco.
Por eso esta serie ante Suecia sin Del Potro y Nalbandian ya era poco menos que imposible. Con un Soderling en gran nivel y un dobles aceitado, las chances argentinas estaban reducidas. Pero este último cachetazo recibido con la lesión de Pico Mónaco, sin dudas, pone el enfrentamiento en un carácter de proeza tenistica.
“Es un desgarro intercostal, algo extraño, según los médicos. Llega en el peor momento, porque a uno le cuesta agarrar el ritmo y la confianza que traía, pero confío recuperarme y estar sano para el Masters 1.000 de Indians Wells”, apuntó Pico confirmando lo que se intuía tras su abandono en las semifinales de Acapulco anoche ante Ferrero.
Con este panorama, en el equipo argentino ahora sólo quedan Horacio Zeballos, Leonardo Mayer y Eduardo Schwank por lo que ‘Tito’ Vázquez debe definir el cuarto integrante de la formación.
Para ello el capitán está pensando en la posibilidad de sumar al juvenil Federico Del Bonis apuntando a darle rodaje a un chico que todo el mundo del tenis reconoce como de gran futuro. Nació el 5 de octubre de 1990 en la localidad de Azul, viene de una buena presentación en el ATP de Buenos Aires, participó de la qualy.
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