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Ahora hacen falta doce lucas

Según el Cesyac, una familia tipo rosarina necesitó en diciembre 12.224 para hacer frente a los productos y servicios básicos. La medición, que la entidad de usuarios y consumidores realiza mes a mes, registró un alza del 29,9% contando un año.


El Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac) difundió ayer el Relevamiento de Precios al Consumidor correspondiente al mes de diciembre de 2014 en Rosario. El trabajo releva cuarenta firmas, entre las que se incluyen comercios y empresas. La canasta del último mes del año, que incluye productos de consumo masivo y servicios básicos, costó 12.224 pesos. El alza estuvo en el 29,9 por ciento respecto del último año. El transporte urbano y la medicina prepaga fueron los principales aumentos y lo que más encareció la canasta. Juan Marcos Aviano, titular de la ONG, remarcó el rol de los consumidores durante el año pasado y aseguró que “hay una nueva cultura a la hora de comprar”.

Los resultados del informe del Cesyac señalaron que de diciembre a 2013 a diciembre de 2014 la canasta sufrió una variación del 29,94 por ciento. Esta canasta está compuesta por productos de consumo masivo y los servicios básicos para el hogar. Los primeros, que incluyen comestibles envasados, carnes, frutas, verduras, bebidas y productos de limpieza, aumentaron un 21,27 por ciento. Los servicios (alquiler, impuestos, servicios para la vivienda y la persona, transporte) se incrementaron en un 34,17 por ciento.

El informe señaló a su vez que para diciembre de 2014 el monto total del gasto de consumo del hogar llegó a los 12.224,31 pesos. Los Productos de Consumo Masivo se llevan 3.740,51 pesos  (un 31 por ciento del total) y los Servicios Básicos para el Hogar sumaron 8.483,80 pesos (el 69 por ciento restante). La sumatoria total de productos y servicios que debió comprar una familia, informó el Cesyac, varió porcentualmente en promedio un 1,06 por ciento con respecto a noviembre. El incremento tiene que ver con el ajuste del 16 por ciento en el transporte, del 4 por ciento en las prepagas, y aumentos menores en frutas y verduras y productos de limpieza.

El 2014 no fue, sin embargo, sólo un año de aumento de precios. La suba de los costos, los distintos programas del Estado para controlar los aumentos y las discusiones públicas al respecto, generaron un cambio en la conducta del consumidor. Juan Marcos Aviano, al frente del Cesyac, señaló que en este año “el ciudadano aprendió a ser más cuidadoso del bolsillo, a tener más referencia y prestar más atención a la hora de comprar”. La conducta no quedó en los supermercados, sino que se replicó a la hora de comprar vestimenta, juguetes, electrodomésticos, en los shoppings, paseos comerciales y almacenes de barrio.

“Este año que pasó la lupa estuvo sobre los sectores productivos. La ciudadanía tomó más conciencia sobre las cadenas de producción y quién aumenta los precios. Ahora el consumidor se para de otra manera”, señaló Aviano. Y explicó que, a la hora de reclamar, las personas mantienen sus mismas inquietudes, sólo que con más conciencia del reclamo. Por eso, las estadísticas en ese rubro se duplicaron respecto a 2013. “En 2015 hay que profundizar esta nueva cultura. Eso depende mucho de las instituciones públicas y de las privadas, que incluye a las ONG y empresas que aprendieron que hacer las cosas bien también tiene un rédito”.

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