Ciudad

Aguas: público reclamo de Lifschitz por obras pluviales

El intendente se quejó tras un nuevo anegamiento provocado por las lluvias en la zona de la Terminal.

Después de las altas temperaturas que se ensañaron con la ciudad, el cielo finalmente descargó su furia y en pocas horas cayeron sobre Rosario 75 milímetros de agua en la madrugada de ayer, una cantidad más que importante y que provocó anegamientos en distintos barrios y obligó a muchos autos a circular en un estricto “paso de hombre”. Una de las zonas más afectadas por el temporal fue la de la Estación de Ómnibus, a tal punto que fue el propio intendente Miguel Lifschitz quien no ocultó su fastidio ante –la repetida– situación y responsabilizó a Aguas Santafesinas Sociedad Anónima (Assa) por no realizar las obras necesarias para impedir que se forme una gigantesca laguna en el área que circunda a la terminal de micros. Desde la empresa estatal respondieron que la realización de los trabajos para evitar los problemas estaba prevista para el segundo semestre de este año pero que “frente a los inconvenientes ocasionados se está evaluando adelantarlos”. Otros barrios como Vía Honda y zonas como Pellegrini en distintas alturas rumbo al oeste, Catamarca y Alvear, y demás puntos urbanos también vieron subir el agua de manera inquietante por algún tiempo.

“Siempre que cae una lluvia muy intensa tenemos un problema puntual, que se repite”, se quejó el intendente. “Nosotros tenemos una zona en particular donde está pendiente una obra que tiene que hacer Aguas Provinciales y que es el conducto Vera Mújica. Esto hace que en toda la zona que va desde bulevar Oroño hasta avenida Francia y desde Pellegrini hacia el norte siempre haya anegamientos y problemas. Es una obra que está pendiente. Se hizo  un primer tramo hace unos años atrás y falta el tramo más importante para llegar hasta la desembocadura del río Paraná. Son trabajos que esperamos que se incorporen al presupuesto de la empresa Aguas Santafesinas. Sabemos que está el proyecto de la empresa y esperamos que se pueda completar, o por lo menos comenzar este año”, lanzó públicamente el socialista apuntando a la empresa como responsable de los inconvenientes.

“Este es un problema histórico. Esto es algo que hace cincuenta años que ocurre porque esa es una zona donde había un viejo canal que obviamente luego fue tapado por la urbanización y siempre ha habido problemas y dificultades”, remarcó.

Desde Assa no demoraron una respuesta frente a los dichos del jefe de gobierno de la ciudad y comentaron que si bien la construcción del desagüe pluvial estaba prevista para el segundo semestre del año, los últimos anegamientos hicieron que se esté evaluando el adelantamiento de las obras.

Por su parte –y sobre el temporal de ayer– el jefe de Operaciones de Defensa Civil, Guillermo Bernardello, comentó que se sufrieron “varios anegamientos transitorios” en distintos lugares de Rosario. “También tuvimos algunos reclamos por caída de árboles. El tema fue que cayó mucha agua de golpe”, analizó.

Sobre esto último, la meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional, Miriam Andreoli, informó que “la cantidad de agua caída en la zona de Rosario fue de 75 milímetros”. “Esa es una cantidad de precipitación digna de ser tenida en cuenta dado que se ha registrado en un lapso de 24 horas”, remarcó.

Además de las cuadrillas de Defensa Civil, quienes también tuvieron “trabajo extra” fueron los trabajadores de las empresas de limpieza. Los testimonios de los mismos se repitieron casi idénticos y la queja fue que los rosarinos no cuidan la higiene urbana de su propia ciudad. “La gente tira muchas botellas de plástico. Nosotros ponemos los tachitos y no hacen caso, muy pocos lo usan. Muchas veces tiran las botellas desde los autos y los días de lluvia todo eso va a las bocas de tormenta. El tema además es que están cayendo muchas hojas de los árboles. Por momentos parece que estuviéramos en el otoño”, sostuvo uno de ellos haciendo un alto en su jornada laboral al lado de una boca de tormenta repleta de residuos y poniendo sus manos sobre un gigantesco escobillón.

Cabe destacar que la tormenta comenzó pasadas las dos de la mañana e hizo caer agua por casi tres horas de manera ininterrumpida. Un dato favorable fue que no se registró la presencia de fuertes vientos que complicaran la situación provocada por la abundante caída de lluvia. El temporal hizo que vecinos de distintas zonas de la ciudad se abocaran a realizar tareas de remoción de residuos en las bocas de tormenta para permitir el natural escurrimiento del agua y minimizar los riesgos de anegamientos.

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