En la madrugada de ayer se registró un nuevo caso de violencia hacia médicos, cuando dos hermanos agredieron verbalmente a los profesionales que los atendían en el Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca). Tras ser examinados, ambos quedaron detenidos en la comisaría 13ª. Según declaró Leonardo Caruana, subsecretario de Salud de la Municipalidad, estos problemas no se solucionarán “con mas cámaras”, sino que hay que “analizar y revisar las incumbencias de todos, y generar protocolos que sirvan para detectar situaciones potencialmente violentas para poder garantizar tanto la salud de los pacientes como la integridad de los trabajadores”.
Los hechos fueron protagonizados por un joven de 17 años, que llegó al Heca tras haber recibido un disparo de arma de fuego en su pierna izquierda, efectuado por “un sujeto que se acercó sin mediar palabras”, tal como informaron fuentes policiales. Una vez en el Heca, amenazó de muerte al médico traumatólogo que lo estaba examinando; y al ver la presencia de personal del Destacamento Policial y de la Brigada de órden Urbano, decidió amenazarlos también. “Luego se paró y comenzó a caminar de manera apresurada, a la vez que insultaba y amenazaba, por lo que se procedió a retenerlo y reducirlo ejerciendo la fuerza mínima e indispensable. Se lo trasladó a la comisaría 13º”, señalaron desde la Policía. Sin embargo, el hecho no quedó allí, porque, seguidamente, los uniformados observaron a un joven muy alterado que estaba en la sala de espera gritando que era el hermanastro del detenido. “En un momento dado arrojó un golpe de puño al vidrio de la puerta de ingreso a la guardia, rompiéndolo. Previamente a su arresto, fue examinado por un médico de guardia, quien diagnosticó herida cortante superficial en mano izquierda y le realizó curaciones”. El hermanastro tiene 16 años y tenía antecedentes por hurto calificado, tentativa de hurto, tres robos y una captura.
Estos casos no son aislados. Ya hace cerca de dos años que comenzaron a visibilizarse, y que también se intenta reducirlos pero que, sin embargo, aumentan y copan cada vez más los titulares de la prensa. Según señaló el subsecretario Caruana, ya hace aproximadamente dos años que desde la Municipalidad trabajan en el tema, cuando empezaron a aparecer esas situaciones violentas. Desde su perspectiva, gran parte de estos casos están relacionados al crecimiento del consumo de drogas y alcohol. La abstinencia, la intoxicación, el consumo mismo atraviesan la problemática y son, dijo Caruana, “un problema en las guardias, que ya no son un lugar ordenado”.
Para el subsecretario, la solución a está situaciones no esta en más policías o videocámaras, sino en el fortalecimiento de los dispositivos de seguridad. “Es un problema complejo que tiene que trabajarse con todos los actores: el sindicato, la Asociación Medica, el Colegio de Médicos, empleados administrativos, mucamas y, obviamente, agentes de seguridad. Por eso consideramos que hay que analizar revisar las incumbencias de todos a fin de generar protocolos que sirvan para detectar situaciones potencialmente violentas y poder garantizar tanto la salud de los pacientes como la integridad de los trabajadores”.
Comentarios