El mediocampista Diego Rivero y el delantero uruguayo Sebastián Balsas quedaron nuevamente al margen de la lista de concentrados de San Lorenzo, de cara al partido del domingo ante Banfield, por la última fecha del torneo Apertura.
Tal como ocurrió, por ejemplo, en el encuentro de la 16ta jornada ante Arsenal (1-2), el técnico del `Ciclón`, Ramón Díaz, decidió prescindir de los apuntados jugadores, quienes parecen tener los “días contados” en la institución.
Algo similar ocurriría con el mediocampista cordobés Sebastián Rusculleda, con el lateral Nelson Benítez y con los atacantes Fabián Bordagaray y Emiliano Alfaro.
Rivero y Balsas habían sido considerados para los dos últimos partidos ante Newell`s (0-0) y Quilmes (0-1). De hecho, el uruguayo ingresó (por el paraguayo Aureliano Torres) en la noche del jueves durante unos minutos en el compromiso ante los `cerveceros`.
Para el partido del domingo frente a Banfield, pautado para las 20.30 en el Nuevo Gasómetro, el técnico Díaz no podrá utilizar al enlace Leandro Romagnoli, pues llegó a las cinco amonestaciones. Una alternativa de reemplazo sería el cordobés Guillermo Pereyra, con modificaciones en el esquema táctico.
Los jugadores que quedaban concentrados esta noche en el Hindú Club de Don Torcuato son Pablo Migliore, Damián Albil, Diego Herner, Jonathan Bottinelli, Cristian Tula, Diego Placente, José Luis Palomino, José San Román. Guillermo Pereyra, Fernando Gutiérrez, Salvador Reynoso, Aureliano Torres, Juan Manuel Torres, Sebastián González, Leonardo López Méndez, Juan Carlos Menseguez, Gonzalo Rovira y Nahuel Benítez.
El defensor Cristian Tula reconoció el mal momento que atraviesa el equipo, lleva siete encuentros sin victorias, y dejó una sentencia clara: “Este equipo nunca brilló y no se podía decir que era candidato (al título)”, aseveró.
El zaguero del equipo `azulgrana` apuntó: “Nos encontramos con siete fechas buenas y después se vio nuestra realidad”.
Tula descartó la existencia de inconvenientes en el seno del plantel y dijo: “No sé a que le llaman falta de actitud. Cuando a un equipo no le salen las cosas, no es por eso. Uno trata de hacer lo mejor y cuando no te salen las cosas entrás en nerviosismo como en el partido con Quilmes”.
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