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“Adoro esta vida mía”, el capítulo de una telenovela clásica que la dictadura hubiese censurado  

Gustavo Di Pinto, una vez más al frente del grupo teatral Esse Est Percipi, repasa los entretelones de su nuevo trabajo que se estrena este fin de semana en La Orilla Infinita, donde la televisión de finales de los años 70 adquiere gran protagonismo

FOTOS: Julián López

En 2020, el grupo de creación, experimentación y producción teatral local Esse Est Percipi cumplió 25 años de trabajo, un recorrido donde encontró, desde la búsqueda en la escena, una serie de recursos estéticos y narrativos que edificaron una poética propia, un dato nada menor cuando el teatro rosarino, en gran medida, suele regirse por modas o tendencias.

Fiel a los diálogos con esos otros lenguajes donde la literatura, lo musical, el comic, la telenovela y el melodrama en sus diversas formas, entre más, fueron fuentes de aproximación a esa poética, los Percipi, de la mano de su mentor, el actor, dramaturgo y director Gustavo Di Pinto, darán a conocer este sábado en La Orilla Infinita su nuevo trabajo, Adoro esta vida mía, acaso una reconciliación o un redescubrimiento del pasado, del final de los años 70, un tiempo que coincide con la infancia del creador del proyecto.

Casi de Capuletos y Montescos, acaso la matriz de todo culebrón, aquí también aparecen dos familias enfrentadas por su pasado “que guardan secretos oscuros en nombre del amor en una historia llena de intriga, pasión y misterio”, aseguran.

Y como si se tratase de un radioteatro, anuncian: “La Orilla Infinita se enorgullece en presentar a Clara Galindo como la dulce Laura junto a Jonathan Aguirre como el apuesto Muchacho en una conmovedora creación de Esse Est Percipi”.

Protagonizada por un profuso elenco de doce actores y actrices, con Ignacio Amione como Rolando, Martina Berra como Inés, Ayelén Cano como Leti, Santiago Pereiro como Leopoldo y Juan Manuel Raimondi en el papel del Dr. Fernández, la saga ficcional continúa con “la presentación en tevé” de Rocío Rosas Paz como Amanda y Manuel González como Ringo y la participación especial de Coco Castillo, talentoso actor y transformista rosarino, como el fascinante tío Gogó. A lo que suman “la actuación estelar de las primeras actrices Analía Saccomanno como la sufrida Mabel y Bárbara Zapata como la pérfida Doris”.

Emoción y nostalgia

“La idea de este espectáculo surgió el año pasado mientras estaba haciendo (como actor) Un niño asustado; por esos días pensaba en mí niño asustado, en dónde se refugiaba aquel niño que fui, y justamente tenía que ver con la ficción televisiva, esa ficción que muchos años después, justamente, hizo que me dedicara al teatro. Y entonces aparece como una idea de hacer un homenaje a esa ficción, a la de aquellos años, principalmente a las telenovelas, pero no solamente a ellas, sino que partimos de la idea de homenajear también a los programas humorísticos y a los musicales, que había muchísimos en aquella época. Fue así que nos pusimos a trabajar con ese imaginario y, obviamente, con cosas que de niño desconocía, y que pasaban en 1978 donde ubicamos esta historia”, planteó Gustavo Di Pinto a modo de presentación de Adoro esta vida mía, un material que revive la magia de la ficción de la década del 70, con una narrativa nostálgica y emotiva, pero también crítica, que aborda tanto los aspectos más entrañables como las sombras y contradicciones de aquel período.

Ambientada en el año 1978, la propuesta recorre los entretelones de un capítulo de una telenovela que probablemente la censura no hubiera permitido salir a la luz, “llevándonos de viaje a través de las vicisitudes de personajes entrañables: dos familias enfrentadas por su pasado, amores prohibidos, secretos y traiciones, en un combinado de géneros que evocan la paleta de aquella época”, destacan.

Finales de los 70

“Era el tiempo de los canales intervenidos por las Fuerzas Armadas y la realidad social y política que todos conocemos de la última dictadura hacen que esta telenovela se vaya tiñendo de otros tonos, vayan apareciendo algunas sombras que tienen que ver con ese contexto y por eso decimos que existen muchas posibilidades de que ese capítulo no hubiera salido a la luz”, contó Di Pinto acerca de Adoro…, “un tributo al poder de la risa como escape y del arte como herramienta de resistencia, recordándonos la importancia de la ficción y la creatividad en momentos difíciles de nuestra historia”, según plantean desde el equipo artístico.

Con los ecos de las históricas telenovelas de, entre otros grandes autores, Alberto Migré, que marcaron aquellos años, partiendo de Rolando Rivas, taxista, del 74 como gran paradigma, Adoro… busca decir algunas cosas silenciadas u ocultadas. “Este es un capítulo de una telenovela del 78 que nos sirve como disparador para hacer un collage de imágenes, de decenas de situaciones que incluyen otras artes que van por fuera de la telenovela porque aparece lo musical y hasta hay un número de revista, como las de aquellos años de la Revista Porteña. Es poner en juego todo lo que representa nuestro universo con un montón de guiños a datos de la realidad, y son muy claros esos guiños a las telenovelas de Alberto Migré. La ficción que contamos, la de estas dos familias enfrentadas, los ricos y los pobres, se apellidan Rivas y hay un personaje de nombre Rolando. En ese sentido, Adoro esta vida mía busca poner en primer plano qué necesario era para los de mi generación la televisión más allá de las patinas impuestas en las historias y en los modos de contarlas. Y al mismo tiempo, cómo la televisión era utilizada por el poder de turno para velar e incluso ocultar lo que sucedía en el país”, detalló Di Pinto.

“Es muy paradójico lo que pasa porque en aquellos años había mucha gente que estaba como adormecida por la programación que ofrecían los canales de televisión intervenidos por la dictadura. Y si bien nosotros empezamos a trabajar este material el año pasado no podemos creer cómo se resignificó con todo lo que está pasando ahora en el país porque volvemos a ver mucha gente adormecida. Eso potencia este trabajo porque sentimos que, como artistas, tenemos que estar muy atentos porque se avanza sobre lo mismo que se avanzó en aquellos años, con lo que están haciendo desfinanciando la cultura, con la idea de derogar la Ley Nacional de Teatro que dio vida al INT (Instituto Nacional del Teatro) entre otras instituciones”, profundizó finalmente el creador acerca de esta propuesta con idea, dirección general y puesta en escena de Gustavo Di Pinto y producción general de Esse Est Percipi, que suma la dramaturgia de Di Pinto, Griselda García y Santiago Pereiro; la asistencia de dirección de Griselda García, asistencia de producción de Clara Galindo, entrenamiento actoral de Santiago Pereiro, diseño y realización escenográfica de Lucia Palma y Rodrigo Frías, diseño de vestuario de Liza Tanoni, realización de vestuario de Cintia Pendino, caracterización de Ramiro Sorrequieta, diseño de iluminación y técnica de Niche Almeyda, coreografía “Lira” de Clara Galindo, coreografía del teatro de revista de Vanesa Moran Díaz, arreglos musicales de Esteban Pereiro, colaboración en textos de Enrique Gabenara, realización audiovisual de Costera Films (Miler Blasco y Julián López), diseño gráfico de Lis Mondaini y prensa y difusión de Pamela Di Lorenzo.

Para agendar

Adoro esta vida mía, el nuevo trabajo del grupo teatral Esse Est Percipi, bajo la dirección de Gustavo Di Pinto, se conocerá para el público este sábado, a las 21, en La Orilla Infinita (Colón 2148), donde seguirá en cartel todos los sábados de abril, mayo y junio. Las anticipadas a precios populares se encuentran a la venta en  https://laorillainfinita.com.ar/productos/adoro/

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