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Equilibrio

Reunión por urbanizaciones “cerradas” en Funes

Tras el inicial rechazo a la aprobación por el Concejo de la vecina ciudad de proyectos inmobiliarios, vecinos mantuvieron un encuentro con las autoridades locales y volvieron a plantear la metodología de aprobación de los cuestionados nuevos barrios cerrados.


Luego de varios cuestionamientos a una serie de proyectos urbanísticos aprobados “de manera exprés” en el municipio de Funes, el intendente Diego Barreto junto con otros funcionarios de esa localidad se reunieron con vecinos agrupados en una junta vecinal para dar información sobre la edificación de dos barrios cerrados y un parque industrial, tras promulgar sendas ordenanzas a fines de enero. El mandatario se comprometió a controlar los emprendimientos y a encarar un plan estratégico de urbanización a 20 años. A su vez, notificaron del reclamo al gobernador de la provincia, quien respondió que acercará la problemática a los ministerios correspondientes para que analicen el planteo.

Los tres proyectos fueron cuestionados por haberse aprobado “de manera exprés y a libro cerrado” en la última sesión extraordinaria del Concejo en diciembre del año pasado, sin contar con un plan de urbanización para una ciudad que, según denuncian los vecinos, “aún carece de agua potable y cloacas en un alto porcentaje de su territorio”.

Finalmente, y tras una serie de reuniones previas, los vecinos agrupados en una Junta de Vecinales se reunieron con las autoridades de Funes, quienes asumieron el compromiso de controlar el desarrollo de los emprendimientos y comenzar a delinear el solicitado plan estratégico en una reunión de la que participaron el secretario de Planeamiento Juan Vincenti, el secretario de Obras Públicas Sergio Rípodas, el jefe de Gabinete Leonel Scarano y el intendente de la ciudad, Diego León Barreto.

“Más allá de que no estamos de acuerdo en que se lleven adelante estos tres proyectos votados a la ligera en el Concejo Municipal y promulgados por el intendente sin haber contado previamente con un nuevo Plan Estratégico, resaltamos la parte técnica, la predisposición y el compromiso de trabajar en conjunto el nuevo plan y el consenso de las obras necesarias en los barrios”, señaló Román Llopart, integrante de la Junta Vecinal.

Según indicaron, en la promulgación de las ordenanzas los funcionarios incorporaron una serie de cláusulas que le permitirá al municipio ejercer un mayor control sobre los la construcción de esos proyectos y lo habilitará a modificar o clausurar aquellos que no se ajusten a las normativas vigentes. A su vez, se dispondrá de una comisión evaluadora de tierras que informará acerca de los espacios verdes y reservas fiscales que los distintos emprendimientos deberán respetar.

“El intendente se comprometió a entregar esta semana una minuta de comunicación al Concejo para frenar todo tipo de nuevas urbanizaciones hasta tanto no contar con un plan estratégico de urbanización, que va a ser tratado a partir de la primera sesión, el 1º de marzo”, agregó Llopart en diálogo con este diario.

El reclamo de los vecinos llegó al gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, quien atendió la problemática y resolvió acercar la solicitud a los ministerios correspondientes.

“Le enviamos una carta al gobernador, quien nos respondió y dijo que atento a nuestra problemática ve conveniente derivar las notas que le acercamos a tres ministerios para que tomen cartas en el asunto, el Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado, Medio Ambiente y Secretaría de Regiones Municipios y Comunas, los que deberán expedirse sobre estos temas”,  concluyó el vecinalista.

El motivo de la bronca

En su última sesión del año, el Concejo Municipal de la ciudad de Funes aprobó el desarrollo de dos nuevos barrios cerrados, uno de los cuales incluye la construcción de edificios de departamentos de hasta 12 metros de altura y un parque industrial. Esta aprobación fue cuestionada por los vecinos que advirtieron que el tratamiento que le dieron a los proyectos “fue exprés y a libro cerrado”. Uno de los barrios cerrados está previsto en un predio de 52 hectáreas situado sobre avenida Illia. Es un proyecto de la firma Rossetti Desarrollos Urbanos, que fue presentado en febrero de 2014. Allí se prevé construir ocho edificios –con un total de 200 departamentos–, con pisos en planta baja y tres más, que tendrán como máximo 12 metros de altura y cochera subterránea. Hasta el 22 de diciembre pasado, no estaba permitido este tipo de construcciones en esa zona, pero los ediles modificaron la normativa para encuadrar el desarrollo. En la misma sesión se le dio luz verde a la instalación de un parque industrial de 92 hectáreas, impulsado por las firmas Fundar y Rosental. Finalmente, se le dio viabilidad a otro barrio cerrado, un proyecto de la firma Desarrollo y Gestión SRL – Fideicomiso Radar.

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