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A prisión por matar a vecino

La Cámara Penal confirmó la condena a 12 años de prisión para un hombre que hace dos años asesinó a Rubén Valcarcel cuando le fue a reclamar los postes de un arco de fútbol que había sacado con una amoladora.

Un hombre de 33 años deberá purgar una condena de 12 años de prisión por el homicidio de su vecino de 31, perpetrado hace dos años en torno a una pelea por los arcos de fútbol de una canchita de Empalme Graneros. La pena quedó firme esta semana luego de que la Cámara Penal confirmara la sentencia dictada por el juez Gustavo Salvador que había sido apelada por la defensa del imputado.

El 7 de noviembre de 2009, Rubén Canguro Valcarcel se juntó como hacía todos los sábados en la canchita de fútbol de Génova y Fraga con un grupo de amigos para comer un asado y hacer un “picadito”. Pero el partido se vio frustrado porque uno de los vecinos linderos al predio, conocido en el barrio como Gato, había cortado los postes del arco con una amoladora para dar fin a los ruidosos encuentros que lo aquejaban los fines de semana.

Así lo relataron varios testigos allegados a la víctima que declararon haber presenciado una fuerte discusión entre Rubén Darío Valcarcel y el Gato, a quien fue a reclamarle los postes del arco a su casa. La pelea tuvo varios capítulos previos hasta que resonaron unos disparos y apareció el Canguro con un disparo en el pecho que lo desplomó cuando intentaba cruzar una zanja.

La causa que terminó con la condena de Hernán Galetto, de 33 años, alias Gato, por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego se resolvió pese a que ninguno de los testigos que lo mencionaron hayan asumido haberlo visto dispararle a Valcarcel.

Sin embargo, varios de los muchachos reunidos en la canchita aseguraron que momentos antes de que suenen los disparos, el Gato apuntó con un arma a Valcarcel para que deje de reclamarle los arcos, al tiempo que el joven apuntado le gritaba que jale el gatillo si se animaba.

La falta de testigos directos al momento del disparo letal fue uno de los argumentos esgrimidos por la defensa del imputado, quien consideró en su apelación que el juez de Sentencia Gustavo Salvador valoró “erróneamente la prueba” ya que nadie vio disparar a su cliente y en el lugar no se hallaron vainas servidas pese a los testimonios que mencionan haber escuchado varias detonaciones.

Además, la defensa de Galetto argumentó que no es lógico que una persona sin antecedentes penales, como es el caso de su asistido hasta el día del homicidio, reaccione a los tiros por “una discusión totalmente banal”.

Pero los jueces de la Sala 3 de la Cámara Penal confirmaron el fallo de primera instancia y dejaron firme la condena a 12 años de prisión contra Hernán Galetto.

Según los argumentos de los jueces Elena Ramón, Otto Crippa y Ernesto Pangia, si bien es cierto que los testigos no vieron el momento preciso en que el imputado disparó a la víctima, “es innegable que han declarado acerca de secuencias inmediatamente previas y ulteriores al episodio, que permiten reconstruir los fácticos con la certeza que requiere un veredicto de condena”.

Asimismo, los magistrados desestimaron la versión del imputado “que no solo niega el hecho sino conocer a la víctima”, ya que pierde credibilidad “porque todos los testigos manifiestan que se conocían porque iban a jugar al fútbol y ese día hubo una discusión” entre ambos.

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