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A prevenir que viene el frío

La baja de temperaturas y la estación del año son propicias para la aparición de las enfermedades respiratorias. Las franjas etarias más vulnerables son los niños hasta 5 años y los mayores de 60.

Las enfermedades respiratorias son unas de las principales causas de muerte en la Argentina, especialmente en quienes tienen entre 60 y 65 años y en los menores desde el nacimiento hasta los 5 años. Si bien pueden desarrollarse en cualquier momento del año, los meses del otoño y del invierno son más peligrosos.

“En los más chicos, sobre todo en los menores de 2 años, la bronquiolitis (una de las enfermedades de la vía respiratoria baja) es la primera causa de consulta y hospitalización, no sólo por la enfermedad en sí sino por su asociación con la neumonía. La bronquiolitis está provocada por el virus sincicial respiratorio (VSR), para el cual hasta el momento no existen vacunas”, explicó Alejandro Cané, infectólogo infantil del Hospital Universitario Austral (HUA).

Mientras no exista droga que lo ataque, en los menores de 2 años siguen firmes las medidas “caseras” para prevenir la enfermedad: es fundamental alimentarlos saludablemente, evitar el hacinamiento y optar por los ambientes aireados. Cané agregó que los padres deben consultar al pediatra si el chico empieza con tos, fiebre o dificultad para respirar.

Más allá de la bronquiolitis hay otros males del invierno, como la neumonía, frente a la cual son particularmente vulnerables los prematuros, los chicos con cardiopatías, aquellos con asma o broncoespamos y los inmunosuprimidos (debido a una enfermedad congénita o por medicación).

Las vacunas

Cuando se trata de neumonía –muy frecuente en pediatría, pero también entre los adultos, los ancianos y las mujeres embarazadas– hay diversas herramientas de inmunización que permiten ponerle un freno.

Por un lado, para evitar la de tipo viral, debido a su asociación con la gripe estacional (virus de la influenza) se puede recurrir a la vacuna de la gripe, que recientemente se incorporó en el calendario nacional y por ende se aplica en forma gratuita y obligatoria a bebés de entre 6 meses y dos años, a adultos mayores de 65, a personas que tengan algún factor de riesgo y a mujeres que fueron madres recientemente.

En cuanto a esto, Alejandro Cané, infectólogo infantil y pediatra, explicó: “La idea es que se la apliquen las mujeres que tuvieron un bebé hace seis meses o menos, ya que durante los primeros meses de vida los niños no pueden recibir vacunas. Entonces, vacunando a la madre, se está protegiendo también al bebé”.

Por otro lado, y pensando en la neumonía bacteriana, las vacunas neumocócicas conjugadas –junto con la vacuna de la gripe– son la mejor y más efectiva herramienta para prevenir el efecto del neumococo. Existen en el mercado tres vacunas conjugadas. La de 7, la de 10 y la de 13 serotipos (o tipos de bacteria). La de 7 es la más antigua y a lo largo de los años demostró una gran eficacia.

“En cuanto a los adultos, la vacuna disponible no es conjugada, sino de polisacáridos. Es muy buena para prevenir enfermedades invasivas por neumococo, como la meningitis, y también se aplica de manera gratuita en los adultos mayores de 65 años o en las personas con factores de riesgo”, concluyó Cané.

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